Los rectores celebran la aprobación ayer del anteproyecto de Ley de Convivencia Universitaria y destacan el papel central que ocupará la mediación en los conflictos interpersonales. Así lo puso de manifiesto, en declaraciones a Europa Press José Antonio Mayoral, presidente de Crue-Secretarías Generales y rector de la Universidad de Zaragoza, que afirma que el punto clave de la futura norma es la mediación, sin evitar que exista el correspondiente régimen disciplinario.

Mayoral espera que, si no a comienzos del próximo curso, la ley pueda empezar a aplicarse antes de final de año, ya que se ha trabajado de forma muy consensuada.

El documento, que pone fin a un decreto franquista de 1954, recoge que las novatadas, el plagio o el acoso sexual podrán ser castigados con hasta 3 años de expulsión de la universidad. El anteproyecto volverá este miércoles a proceso de información pública y tendrá que ser de nuevo aprobado por Consejo de Ministros en una segunda vuelta. El Ministerio de Universidades espera poder remitir el texto definitivo a las Cortes Generales a finales de este verano.

A pesar de poner el acento en la mediación, los rectores también insisten en la necesidad de actualizar la norma casi 70 años después porque, a pesar de que conductas como el plagio, el fraude académico o el acoso sexual ya estaban contempladas y son delitos que se trasladan a la Fiscalía, es necesario actualizar las nuevas herramientas con las que se pueden llevar a cabo.

En cuanto a las novatadas, Mayoral ha avanzado que, precisamente, la Crue tiene previsto analizar esta semana la situación y ver si es suficiente la capacidad de cada universidad de analizar normas propias.