Cuando la mente ‘ataca’ al cuerpo

Expertos gallegos creen que los trastornos psicosomáticos, que causan síntomas físicos pero cuyo origen es un problema psicológico o emocional, pueden repuntar con la pandemia

Una mujer sentada en un túnel.   | // L.O.

Una mujer sentada en un túnel. | // L.O. / Ana Ramil

La salud mental puede afectar al estado físico de una persona. Es posible sufrir problemas digestivos, tener una contractura, que aparezca un sarpullido o manchas en la piel, experimentar dolor muscular o incluso taquicardias sin otro motivo que factores psicológicos o emocionales. Son los llamados trastornos psicosomáticos, es decir, manifestaciones físicas cuyo origen es un problema psicológico, generalmente el estrés y la ansiedad. Pese a no contar con datos concretos que lo corroboren, expertos gallegos creen que este tipo de problemas han aumentado con la pandemia. El jefe de Psiquiatría del Hospital Universitario de Santiago, Mario Páramo, aseguraba este mes en el ciclo A saúde é o que importa —organizado por la universidade compostelana— que la crisis sanitaria ha incrementado “los problemas de salud mental” y destacaba especialmente la ansiedad y los trastornos psicosomáticos. “Tendría lógica porque, desde el inicio, la pandemia ha sido un periodo de estrés para muchas personas y no sería extraño que este estrés se pueda manifestar en una mayor incidencia de estos trastornos”, añade el vocal de la sección de Psicoloxía e Saúde del Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia, Eduardo Martínez.

Los expertos reconocen que estos trastornos son muy habituales y que casi todo el mundo los sufre en algún momento. “Es algo que nos va a ocurrir a todos al menos una vez en la vida, pero suele ser algo puntual. Si yo estoy en periodo de exámenes y a mí me estresan mucho, casi seguro que tendré algún problema digestivo. Lo que ocurre que suelen ser cosas aisladas, no graves y que no requieren atención”, indica Martínez, quien reconoce que no siempre es algo tan sencillo. Cuando los problemas físicos que causa el estrés o la ansiedad perduran en el tiempo, “si provocan sufrimiento” o cuando están unidos “a otro trastorno previo como puede ser la ansiedad” conviene consultar con el médico.

Pero uno de los problemas a los que se enfrentan estos pacientes es el diagnóstico tardío. Al tratarse de síntomas reales y físicos —aparece urticaria, hay dolor muscular, se cae el pelo, hay fatiga ante determinados esfuerzos o son frecuentes el malestar de estómago o los vómitos—, los médicos primero descartan que se trate de cualquier enfermedad o problema fisiológico. “Lleva mucho tiempo el diagnóstico e incluso cuando se hace siempre hay como una duda de fondo porque el trastorno psicosomático es como la última opción, cuando ya se ha descartado todo lo demás es cuando podemos contemplar que se trata de esto”, indica Martínez, quien reconoce que además este tipo de trastornos son muy heterogéneos y que pueden dividirse en dos grandes grupos: “Los que tienen un origen emocional o los que tienen otra causa fisiológica pero lo emocional hace que se agrave”. Porque este psicólogo gallego resalta que muchos pacientes se sienten incomprendidos al creer que quienes están a su alrededor consideran que se inventa los síntomas. “Te dicen ‘es que mi urticaria es real’. Ya sé que es real pero puede ser que a nivel emocional haya una alteración que puede llegar a provocar esto o agravarla en el caso de que tuvieras una sensibilidad previa”, sostiene este especialista.

  1. ¿Qué son estos trastornos?: Los problemas psicosomáticos parecen cuando hay síntomas físicos de una patología pero cuyo origen es un problema psicológico
  2. ¿Cuáles son sus síntomas?: Pueden manifestarse de múltiples formas pero es habitual sufrir problemas digestivos, en la piel , dolor muscular, fatiga o incluso taquicardias
  3. ¿Cuál es la causa más habitual?: El estrés y la ansiedad suelen estar detrás de estos trastornos. Bien causan los síntomas físicos o los agudizan si ya había otra patología de base
  4. ¿Cómo se pueden solucionar?: Con buenos hábitos de alimentación y sueño y aprendiendo a manejar el estrés con medidas de relajación. Si perduran en el tiempo conviene ir al médico

¿Y cómo solucionar un problema que causa un elevado nivel de estrés o de ansiedad? Con un “entrenamiento” en donde seguir buenos hábitos y aprender a manejar el estrés son claves. “Siempre es positivo y ayuda a prevenir el seguir buenos hábitos de vida como una buena alimentación, hacer actividad física o dormir bien”, indica Martínez, quien añade: “Y hay que saber manejar el estrés mediante técnicas de relajación, respiración, yoga, taichi, lo que pueda ayudar a cada persona a relajarse”. En este sentido, el doctor Páramo recordaba en las jornadas de la USC la importancia de los balnearios como otra manera de relajarse e intentar poner freno al estrés o la ansiedad.

La pandemia, con la incertidumbre constante y el estrés y el miedo por la situación sanitaria y económica, ha provocado un repunte de los casos de ansiedad y los expertos coinciden en que, sin que haya cifras concretas para corroborarlo, lo lógico es que esto se traduzca en más problemas psicosomáticos. Pese a que algunos casos —cuando la sintomatología se repite cada vez que hay una situación muy estresante— el paciente ya sabe lo que va a ocurrir y puede tomar medidas para reducir la ansiedad en ese periodo de estrés, los expertos instan a consultar con un especialista cuando la sintomatología perdure en el tiempo o la situación provoque sufrimiento o interfiera en la vida diaria del paciente. El doctor Páramo insta a paliar e intentar poner freno los problemas psicosomáticos ya que asegura que pueden llevar a que el estrés se cronifique y como consecuencia, aumentar todavía más los problemas de salud de la persona que los sufre. Hay que buscar el modo de que la mente no ataque al cuerpo.