El SARS-CoV-2 avanza imparable por toda Galicia, con Vigo, Ourense y Pontevedra a la cabeza, pero la evolución del área sanitaria de A Coruña y Cee y, sobre todo, la de la ciudad coruñesa y sus concellos limítrofes, preocupa también a las autoridades sanitarias gallegas, especialmente por su elevada densidad de población, un factor que, indiscutiblemente, favorece la transmisión del virus, como ya se constató en anteriores olas de la pandemia de COVID.

En la última semana, la demarcación coruñesa empeoró todas sus cifras. En la jornada de ayer, registró récord de contagios diarios en esta ola, 256, y un repunte de los hospitalizados por COVID, que son ya 27 —frente a los 21 del sábado—, una cifra muy alejada, no obstante, de los anteriores picos de la pandemia. Ocho de esos pacientes, aquellos cuyo estado reviste mayor gravedad, se encuentran ingresados en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario de A Coruña (Chuac). La práctica totalidad de los 19 enfermos restantes se recuperan en una planta convencional de ese centro, y solo uno de los pacientes con COVID ingresados está en el Hospital Virxe da Xunqueira de Cee.

Por si esto fuera poco, el área de A Coruña y Cee cerró la última semana con 1.730 casos activos, el doble que la anterior, cuando el total registrado era de 883. En lo que va de mes, las infecciones por COVID se triplicaron en la demarcación sanitaria, al pasar de las 544 contabilizadas el pasado día 1, a las 1.730 actuales. Hace siete días, los hospitalizados eran 22.

Incidencia por concellos

La mayor parte de los nuevos positivos en el área sanitaria coruñesa se concentran en la ciudad de A Coruña y sus concellos limítrofes, aunque la presencia del virus empieza a despuntar también en municipios de las comarcas de A Costa da Morte y Bergantiños, como Fisterra, Vimianzo y, sobre todo, Carballo. La incidencia acumulada (IA) a 14 días en la urbe coruñesa prácticamente se duplicó en la última semana, y asciende ya a 315 casos por cada cien mil habitantes. En solo 7 días, la ciudad sumó un total de 552 nuevos contagios.

El peor dato del área metropolitana coruñesa, y de toda la comarca, lo anota Oleiros, con una IA a 14 días de 435 casos por cada cien mil habitantes, y 103 nuevos contagios en la última semana. Le siguen, por este orden, Culleredo, el único municipio de la demarcación sanitaria en nivel medio de restricciones —y, por tanto, con aforos del 30% en el interior y el 50% en las terrazas de los locales de hostelería—, con 345 casos por cada cien mil habitantes; Cambre, con 272; y Arteixo, con 235.

Pese a que la demarcación coruñesa está ya en cifras de contagios e infecciones activas similares a las de finales del pasado mes de enero —en pleno ascenso de la tercera ola—, la actual presión hospitalaria nada tiene que ver con la de entonces, gracias al éxito de la campaña de vacunación, que aún alcanza a los más jóvenes. De hecho, la edad media de los ingresados por COVID ha disminuido considerablemente en las últimas semanas, y desde la UCI del Chuac hacían recientemente una llamada de “prudencia” a la población de menor edad. “Los enfermos con COVID que acaban en la UCI en estos momentos son jóvenes, y cualquier ingreso en esta Unidad o cualquier desenlace menos favorable en un paciente joven es una situación muy dramática. Por eso insistimos en llamar a la prudencia y a la responsabilidad. El impacto sigue estando ahí, los ingresos en críticos siguen existiendo y pedimos sentido común, porque ya no vemos solo pacientes con otras comorbilidades. Ahora también ingresan en la UCI por COVID personas sin patologías previas”, advertía hace poco más de una semana, en estas páginas, la doctora Mónica Mourelo, intensivista de esa Unidad.

Los hospitales coruñeses respiran (al menos por ahora), pero los centros de salud se ahogan. Médicos y enfermeras de Atención Primaria denuncian que ese nivel asistencial “no se han reforzado” para hacer frente a la explosión de contagios de COVID y acusan a la Consellería de Sanidade de “falta de previsión”. Jesús Sueiro, portavoz de la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria (Agamfec) alertaba este sábado de que la progresión de la quinta ola de la pandemia ha sido “brutal”.

“Esto no es una curva; es una explosión”, aseguraba el doctor Sueiro, quien advertía de que el control de la mayoría de los casos de COVID recae, en la actualidad, “en Atención Primaria”, un nivel asistencial que “lleva muchos años en una situación precaria” y “sin refuerzos”. “Atención Primaria nunca se refuerza, parece un burro de carga que aguanta lo que le echen. Y encima ahora, en verano, con personal de vacaciones y sin sustituir”, denunciaba.

En la misma línea, el doctor Ramón Veras, portavoz de SOS Sanidade Pública en A Coruña y médico en el centro de salud San José, afirmaba que la actual situación le recuerda “mucho” a “lo vivido inmediatamente después de las navidades, en Reyes”. “Aunque las cifras de hospitalizaciones y fallecimientos, afortunadamente, no tienen nada que ver con las de aquella ola, por los centros de salud pasan todos los pacientes COVID: los que se recuperan de la infección en sus casas, y los que acaban ingresados. Es raro que un enfermo acuda directamente al hospital, como mínimo la primera llamada pasa por nosotros”, señalaba el doctor Veras, quien detallaba que, en las últimas semanas, tanto él como sus compañeros pasaron de pedir “muy pocas PCR” a, por ejemplo, solicitar esa prueba a primera hora de la mañana y no obtener cita hasta primera hora de la tarde del día siguiente. “Y eso solo pasó en Reyes”, avisaba el facultativo.

La variante delta gana presencia en las aguas residuales coruñesas

La variante delta del SARS-CoV-2, detectada por primera vez en la India y que llevó al país asiático a las peores cifras de contagios y casos activos de COVID en lo que va de pandemia, gana presencia en A Coruña y su área metropolitana, según se desprende de los análisis realizados por el equipo de CovidBens en aguas residuales de la ciudad.

Según los últimos datos semanales publicados por los investigadores en la página web del proyecto, correspondientes a la semana del 5 y el 9 de julio, el 35% de las muestras analizadas presentaban, entonces, la variante delta, aunque es más que probable que a estas alturas el porcentaje sea mayor, dada la gran velocidad de transmisión de esa cepa. Hasta ese momento, la variante predominante en las aguas residuales de A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo y Oleiros continuaba siendo la alfa, originaria en Reino Unido y que aparece en el 54% de las muestras analizadas esa semana por los investigadores.