La quinta ola de la pandemia de SARS-CoV-2 sigue ganando terreno en el área sanitaria de A Coruña y Cee y, especialmente, en la ciudad coruñesa y sus concellos limítrofes —Arteixo, Cambre, Culleredo y Oleiros—, donde la explosión de contagios registrada en los últimos días llevó a la Consellería de Sanidade a establecer el nivel alto de restricciones, con medidas como el cierre del interior del ocio nocturno o la exigencia de presentar certificados COVID (test negativo o documento que acredite la pauta completa de la vacunación o que se ha superado la infección) para acceder a los locales de hostelería, que se empezarán a aplicar desde esta medianoche.

En la última semana, la demarcación coruñesa empeoró casi todos sus números: hay más positivos, más enfermos hospitalizados y la incidencia acumulada (IA) del virus se ha disparado, llegando a superar los 700 casos por cada cien mil habitantes a 14 días en la ciudad de A Coruña, cuando hace apenas diez jornadas ese mismo valor era 355. Todos los concellos de su almendra urbana presentan, de hecho, IA superiores a 500. El área sanitaria, en su conjunto, suma 3.653 infecciones activas, tras comunicar el Sergas 246 nuevos positivos —una cifra ligeramente inferior a las de días anteriores—, y son ya 73 los enfermos con COVID hospitalizados; doce de ellos, en UCI. Ayer se notificaron, además, dos nuevos fallecimientos: un hombre de 88 años en el Hospital Virxe da Xunqueira de Cee, y otro de 86 en un domicilio.

La relajación social y en el uso de la mascarilla, la mayor movilidad de los ciudadanos en verano y, sobre todo, la entrada en escena de la variante delta, mucho más contagiosa, están detrás de la curva que dibuja el SARS-CoV-2 en la demarcación coruñesa. Y aunque algunos expertos, y el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, han estimado que el pico de esta quinta ola se podría alcanzar la próxima semana, otros no lo ven tan claro y apelan, por enésima vez, a la prudencia. Máxime teniendo en cuenta que delta —la variante detectada por primera vez en la India y que llevó al país asiático a las peores cifras de contagios y casos activos de COVID en lo que va de pandemia—, ocupa ya un 73% de la carga viral en aguas residuales de A Coruña y sus municipios colindantes, según se desprende del último informe semanal publicado por el equipo CovidBens en el apartado correspondiente de la página web de la depuradora EDAR Bens, financiadora del proyecto desde abril de 2020.

En el análisis anterior, elaborado por los investigadores con muestras del 9 de julio, la variante delta dominaba ya en las aguas residuales coruñesas, aunque ocupaba “aproximadamente” un 45% de la carga viral, frente al 40% de la variante alfa, originaria de Reino Unido y que, en el último informe publicado por el equipo CovidBens, apenas está presente en el 16% de las muestras analizadas. Los estadísticos e ingenieros informáticos del equipo, liderados por Ricardo Cao y Susana Ladra, del Centro de Investigación TIC de la Universidade da Coruña (UDC), con la colaboración de David Posada, han puesto a punto un modelo estadístico “sin precedentes” que es el que les ofrece el dato de las variantes. Un hito logrado gracias al carácter “multidisciplinar” del proyecto, en el que también ha volcado sus conocimientos el director general de EDAR Bens, el ingeniero Carlos Lamora, junto con otros investigadores y trabajadores de esa planta.

Nosotros observamos en las aguas residuales que se nos venía encima una quinta ola con mucha antelación. De hecho, en mayo comenzamos a notar ya una subida tremenda de la carga viral en las muestras que analizamos”, apuntaba hace apenas una semana, en estas páginas, la coordinadora de CovidBens, la microbióloga del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inibic) Margarita Poza, a quien los resultados de las últimas mediciones no han cogido, en absoluto, por sorpresa: “Sabíamos que la variante india iba a suplantar a la británica, y es lo que ha ocurrido. Esto implica muchos contagios, muchísimos, en un momento en el que aproximadamente el 30% de la población es aún susceptible, pues no ha recibido ni una sola dosis, y en el que parte del 70% restante aún no ha completado su pauta”.

“Que la curva se aplane”, consideraba la doctora Poza, “dependerá de la vacunación”. “No hay otra solución. Y, sin otras restricciones, también del comportamiento de la población, obviamente, pero los ciudadanos actúan de una u otra forma en función, también, de las pautas que le dan los gestores”, señalaba, y advertía: “Después de todo lo que hemos pasado, es una lástima que dejemos de tomarnos en serio la pandemia y lo echemos todo a perder. Todavía hay mucha gente semi-vacunada o sin vacunar, y esto puede darnos sustos importantes”.

El 75% de la población del área sanitaria coruñesa, en el nivel alto de restricciones desde esta medianoche

Los locales de hostelería de A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo, Oleiros, Carballo y Fisterra deberán exigir certificados COVID para acceder a su interior 

A partir de esta medianoche, el 75% de la población del área de A Coruña y Cee estará en el nivel alto de restricciones por COVID. La explosión de contagios registrada en los últimos días llevó a la Consellería de Sanidade a establecer ese rango de limitaciones en la ciudad coruñesa, Arteixo, Cambre y Culleredo, tras la última reunión del subcomité clínico, celebrada el pasado martes. Desde las 00.00 horas de esta noche, estos cuatro concellos se unen a Oleiros, Carballo y Fisterra, que ya se encontraban en esa situación. En esos siete municipios residen unos 408.000 ciudadanos de los cerca de 550.000 que abarca el distrito sanitario coruñés. Tres cuartas partes del total.

El nivel alto de restricciones implica el cierre del interior de los establecimientos de ocio nocturno —que solo podrán tener abiertas las terrazas, con un afoto máximo del 50% y hasta la una de la madrugada—, y que los locales de hostelería tengan que reducir su capacidad, también al 50%, tanto en el interior como fuera. Para entrar en bares y restaurantes, los clientes mayores de doce años tendrán que acreditar alguna de estas tres condiciones: el certificado de haber recibido la pauta completa de la vacunación; una prueba diagnóstica negativa realizada en las 72 horas previas o bien el certificado de haber superado el coronavirus SARS-CoV-2.

En cuanto a las reuniones, en el nivel alto —al igual que en el conjunto de Galicia— se permiten entre un máximo de seis personas en el interior y de diez en el exterior, salvo que se trate de convivientes o que formen parte de solo dos unidades de convivencia diferentes. Entre no convivientes, sin embargo, estarán prohibidas entre la una de la madrugada y las seis de la mañana.