La sexta ola en Galicia, a dos velocidades

Los contagios de SARS-CoV-2 aumentan en A Coruña, aunque a un ritmo mucho menor que en el sur de la comunidad, y las hospitalizaciones en el área, por ahora, se contienen

Vista exterior de la rampa de acceso a las Urgencias del Hospital Universitario de A Coruña.  | // VÍCTOR ECHAVE

Vista exterior de la rampa de acceso a las Urgencias del Hospital Universitario de A Coruña. | // VÍCTOR ECHAVE / María de la Huerta

La sexta ola de la pandemia de COVID en Galicia avanza a dos velocidades. Mientras en las áreas más al sur de la comunidad, Vigo y Ourense, tanto los nuevos contagios como los casos activos y las hospitalizaciones están disparados, al norte la situación, sin dejar de ser motivo de preocupación, es menos alarmante. Al menos, por ahora. Así se desprende de los datos que facilita, a diario, el Servizo Galego de Saúde (Sergas), que revelan que la de A Coruña y Cee es la cuarta demarcación sanitaria gallega con peores números, aunque lejos, todavía, de las cifras de los distritos vigués y ourensano, que suman más de la mitad de infecciones e ingresados con SARS-CoV-2 en territorio gallego, e incluso de Pontevedra, con un empeoramiento en los últimos días y el índice de positividad más alto de Galicia.

Según el último balance diario del Sergas, el área coruñesa contabiliza un total de 1.367 casos activos de ese coronavirus, tras detectarse 97 nuevos contagios en 24 horas. Aún así, son menos de la mitad de los que registra Vigo, que con una población similar, suma ya 3.135 infecciones y 79 hospitalizados, 16 de ellos, en unidades de cuidados intensivos (UCI). Capítulo aparte merece el área de Ourense, que con algo más de la mitad de población, acumula 2.498 casos activos y 69 ingresados, 7 en UCI.

En A Coruña, pese al alza de los positivos de SARS-CoV-2, la presión hospitalaria se mantiene estable, sin apenas cambios con respecto a la jornada anterior. En toda la demarcación sanitaria hay 25 enfermos con COVID ingresados, y la mayoría se encuentran en el edificio principal del Complexo Hospitalario Universitario (Chuac), dos en la UCI y 19 en planta. Los tres pacientes restantes se recuperan de la infección causada por el SARS-CoV-2 en el HM Modelo: dos en cuidados intensivos también, y otro en hospitalización convencional.

Desde las 18.00 horas del martes hasta la misma hora del miércoles se llevaron a cabo en la demarcación sanitaria coruñesa un total de 2.899 pruebas diagnósticas, según el balance diario del Sergas. Suponen 1.255 más que en la jornada anterior, entre las 1.053 PCR, 361 test de antígenos y 1.485 realizadas con muestras de saliva. La tasa de positividad experimenta, con estos datos, una importante caída en el área sanitaria de A Coruña y Cee y se sitúa en el 3,3%, dentro del límite del 5% establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para considerar la pandemia bajo control.

Los especialistas consultados por este diario apelan, no obstante, a la prudencia e insisten en que las próximas semanas serán claves para el devenir de esta sexta ola, en el conjunto de España, en Galicia y también, por supuesto en la demarcación coruñesa. Tras el puente de esta semana, y con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, hacen una nueva llamada a la cautela y el sentido común de los ciudadanos para tratar de evitar que la situación se complique hasta el punto de llegar a tensionar los hospitales coruñeses. La alta tasa de vacunación y el avance en la administración de la tercera dosis atenúan el impacto de esta sexta ola en esos centros, pero el virus gana terreno en la calle, por eso urgen “mantener la guardia”.

El jefe del Servicio de Microbiología del Chuac y presidente de la Sociedad Gallega de Microbiología, Germán Bou, advertía recientemente en estas páginas de que diciembre “es un mes complicado en lo social”, en el que, además, “se hace más vida en espacios cerrados por las bajas temperaturas”, lo cual “favorece que aumenten los contagios”.

“Esto es una evidencia, lo constatamos el año pasado con el propio SARS-CoV-2 y lo vemos cada temporada con la gripe y otros virus”, avisaba el doctor Bou, quien insistía en que “las medidas de higiene respiratoria son claves” en el actual contexto. “El uso de la mascarilla es, por supuesto, absolutamente obligatorio en interiores y previene muy bien la transmisión, pero también deberíamos llevarla en espacios abiertos, cuando la distancia social no se pueda mantener. Quitársela solo para comer y beber, e intentar ser lo más rigurosos y disciplinados posible. Hay que volver a incidir en este mensaje. Las vacunas protegen de la enfermedad grave, pero no del contagio, y las mascarillas sí se muestran eficaces para prevenirlo. Por tanto, hay que utilizarlas sí o sí”, remarcaba el experto.