Mascarilla obligatoria al aire libre y acelerar las terceras dosis de la vacuna. Son las principales medidas contra el COVID-19 anunciadas anoche por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, 48 horas antes de la cena de Nochebuena y tras una conferencia telemática de presidentes autonómicos que el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, rebajó a la categoría de “reunión” y criticó por la falta de una “respuesta común” al momento epidemiológico actual, con los contagios batiendo récords, la variante ómicron, más transmisible, desbancando a la delta y en la época del año con mayor interacción social en interiores.

El mandatario gallego fue uno de los que pidió medidas más contundentes, junto a los de Aragón, Castilla y León y Andalucía, aunque ninguno de estos dirigentes se ha atrevido a imponer restricciones duras en sus respectivos territorios Algunas autonomías pidieron, además, mantener el fondo COVID en 2022. El más crítico fue el presidente catalán, Pere Aragonés. El político independentista manifestó que las propuestas de Sánchez son “claramente insuficientes”, le acusó de “tibieza” por no ordenar “medidas más valientes” y extender al resto de comunidades las restricciones que ya ha aprobado Cataluña, como la petición a la justicia de un toque de queda y el cierre del ocio nocturno.

La reimposición de la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores, medida que según Sánchez cuenta con el aval de la comunidad científica, tuvo no solo la previsible oposición de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sino también del mandatario de Aragón, Javier Lambán, socialista como Sánchez. Paradójicamente, el presidente del Gobierno reiteró en varias ocasiones que “no estamos en marzo de 2020”, pero defendió una medida propia de aquellos tiempos iniciales de la pandemia en los que la OMS rechazaba la teoría, ampliamente confirmada por la ciencia, de la transmisión aérea del SARS-CoV-2 y la acumulación de los aerosoles con el virus en interiores mal ventilados, nunca al aire libre.

Feijóo fue uno de los presidentes que apoyaron esta medida, rechazada por la mayoría de los científicos salvo para casos de aglomeraciones, aunque reclamó que tuviese como excepción las zonas rurales o la práctica deportiva. “En cascos históricos es muy difícil garantizar los 1.5 metros de distancia”, argumentó el presidente de la Xunta. Según precisó Sánchez, estas salvedades serán recogidas en el Consejo de Ministros extraordinario que se celebrará hoy: el uso del tapabocas a partir de mañana, día 24, será obligatorio dentro de lo “razonable”, es decir, que no habrá que llevarlo en espacios naturales o cuando se haga deporte en solitario.

El presidente del Gobierno propuso acelerar la vacunación y fijó el objetivo de que el 80 por ciento de los mayores de 60 años haya recibido la tercera dosis antes de que termine el año. En su comparecencia en San Caetano, que comenzó cuando terminaba la de Sánchez, Feijóo presumió de los datos de vacunación de Galicia y remarcó que la Comunidad gallega ya cumplió con esas metas marcadas a nivel nacional sobre inmunización para este año, porque la Xunta entiende que esta es la “medida más eficaz” para salvar vidas, evitar el colapso y reactivar la economía.

En cuanto a los ámbitos interiores, donde según algunos estudios se producen hasta 20 veces más contagios que en el exterior, no habrá nuevas prohibiciones o limitaciones de aforo en la hostelería y la restauración, aunque Feijóo emitió la recomendación de reducir a un máximo de dos unidades familiares las celebraciones navideñas en los hogares. “No vamos a plantear ninguna prohibición para el 24 y 25”, garantizó, pero recordó que “cuantas menos personas se sienten a comer, mejor”, y que se reduce el riesgo si los comensales “pueden ser de una o dos unidades familiares” como máximo.

Cuarentenas

El presidente de la Xunta, que participó en el cónclave telemático con un decálogo de medidas bajo el brazo, dijo que es necesario “repensar si las cuarentenas deberían ser obligatorias” también para los contactos estrechos vacunados.

Entre sus propuestas destaca adelantar a los tres meses la administración de las terceras dosis de la vacuna. De no hacerlo así, Galicia —que ya ha citado para la inyección de recuerdo al grupo de edad de 40-49 años— “se cruzará de brazos” el 3 de enero.

Además, adelantó que el comité clínico que asesora a la Xunta en la gestión de la epidemia volverá a reunirse la semana próxima para debatir sobre “la conveniencia” de celebrar cotillones de Nochevieja. Galicia propuso también la posibilidad de que las cabalgatas de Reyes Magos solo se celebren de forma estática, tal y como se hizo el año pasado en Vigo y en otras ciudades.

Decálogo de Feijóo

  1. Ley de Pandemias, de la que se carece casi dos años después.
  2. Más personal médico. Aprobación de la especialidad de Urgencias y un MIR extraordinario para Medicina de Familia.
  3. Aprobar un Fondo COVID.
  4. Agilizar la vacunación y adelantar a los tres meses la administración de la tercera dosis. De lo contrario, Galicia se cruzará de brazos el 3 de enero.
  5. Intensificar las pruebas diagnósticas, con carácter especial en los aeropuertos y estaciones de tren.
  6. Extender el certificado COVID a todos los ámbitos que sea posible.
  7. Recuperar la mascarilla en el exterior, dejando las zonas no urbanas exceptuadas de esta decisión.
  8. Aplicar el documento de niveles elaborado por la Comisión de Salud Pública como guía para ordenar los interiores en función de la incidencia y el nivel de hospitalización.
  9. Estudiar los cotillones de Nochevieja y las cabalgatas de Reyes Magos. Estas podrían celebrarse de forma estática.
  10. Cuarentena de los contactos positivos, salvo para los que tengan tres dosis de vacuna. Advirtió del riesgo de no hacerlo.