La Opinión de A Coruña

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Pedro Marcos Rodríguez | Neumólogo y director de Atención Hospitalaria del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac)

“Menos del 20% de los positivos ingresados en el Chuac están en el hospital por el COVID”

“Los infectados ya no se concentran en plantas COVID ni en el edificio central; están en la ubicación más adecuada en función de su patología” | “Marzo fue el segundo mes con más urgencias en la historia del complejo”

El doctor Pedro Marcos Rodríguez, en el Hospital Universitario. LOC

Hace poco más de una semana, el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) alcanzó su tercer pico de ingresados con SARS-CoV-2, y según el último balance publicado por el Sergas  en su página de internet, este pasado sábado (el domingo no se actualizan los datos) albergaba a 146 pacientes con coronavirus, cinco de ellos, en la UCI. No obstante, “menos del 20% de esos enfermos están hospitalizados por el COVID”, aclara el doctor Pedro Marcos Rodríguez, neumólogo y director de Atención Hospitalaria del Chuac, quien insiste en que esa infección “no tiene nada que ver con lo vivido anteriormente”, de ahí que los positivos ya no se concentren en plantas COVID y estén “en la ubicación más adecuada en función de su patología” manteniendo, eso sí, la medidas de aislamiento, algo “operativamente complicado”. “Más aún en un momento como el actual, con una demanda asistencial altísima”, reconoce el doctor Marcos Rodríguez, quien asegura que el pasado marzo fue “el segundo mes con más urgencias” en la historia del complejo.

¿Cuál es su diagnóstico de la situación hospitalaria del Chuac, en lo que a COVID se refiere?

A nivel numérico y cuantitativo, en el Chuac hay muchos pacientes con SARS-CoV-2, de hecho, hace poco más de una semana alcanzamos el tercer pico en cuanto a positivos ingresados, después del famoso enero de 2021 y de la primera ola. Dicho esto, hay que aclarar que esta infección nada tiene que ver ya con lo vivido anteriormente. El perfil de los afectados ha cambiado y la enfermedad no suele manifestarse con esos cuadros de neumonía tan brutales que llevaban a muchos pacientes a ingresar en la UCI. Seguimos teniendo algún caso de ese tipo, pero son la excepción.

¿En qué perfiles ven todavía esos cuadros clínicos?

En personas no vacunadas y con las defensas bajas (inmunodeprimidos) que, pese a haber completado su pauta vacunal y haber tomado todas las medidas preventivas correspondientes, están predispuestas a que cualquier proceso infeccioso les pegue fuerte. En este momento, el SARS-CoV-2 está circulando ampliamente por toda la población. Desconocemos cuál es la incidencia exacta del virus, pero estamos seguros de que es muy elevada. En el Chuac vemos a diario a pacientes que ingresan, por la razón que sea, y a veces con síntomas respiratorios, a los que se hace el test COVID y dan positivo.

¿Se criba a todos los pacientes?

Se criba a todos los que se van a someter a algún procedimiento más o menos invasivo, como puede ser una cirugía o una prueba tipo endoscopia, colonoscopia, etc… y a cualquiera que tenga algún síntoma compatible con la infección por SARS-CoV-2. Obviamente, la amplitud de síntomas es tremenda, lo cual nos obliga a testear muchísimo. Por ejemplo, las causas más frecuentes de hospitalización por fatiga son la insuficiencia cardíaca y la exacerbación de la EPOC, sin embargo, al ser un síntoma habitual, también, en pacientes con coronavirus, se criba a enfermos con esas dolencias y, muchas veces, sale positivo. Al haber tanto virus en la población, el porcentaje de los que ingresan infectados es elevado.

¿Qué porcentaje de los positivos ingresados en el Chuac están hospitalizados por COVID?

Es probable que menos de un 20% de los pacientes con SARS-CoV-2 que alberga actualmente el Chuac estén ingresados por el COVID, de hecho, tenemos muchísimos positivos en pacientes muy mayores que ingresaron por descompensaciones de otras patologías. En el Chuac hemos sido capaces de ir muy por delante de otros centros hospitalarios de España. Vimos que cambiaba la enfermedad y rápidamente fuimos conscientes de que los pacientes tienen unas necesidades y hay que darles asistencia en el mejor sitio posible, con independencia de que tengan una cruz llamada COVID.

¿Ya no se concentra a los positivos, por tanto, en plantas COVID?

Ni en plantas COVID ni el edificio principal del Chuac, de hecho, hay positivos ingresados en todos los centros del complejo. Los pacientes ingresan ya en la ubicación más adecuada en función de su patología, como se ha hecho toda la vida, con independencia de si son positivos en SARS-CoV-2 o no. Obviamente, se mantienen las medidas de aislamiento, porque los positivos y los negativos no pueden compartir habitación. Ya tenemos experiencia con la gripe, y en este caso, con más razón. No obstante, al paciente que se rompe una pierna y da positivo en coronavirus intentamos ingresarlo en Traumatología, al que sufre un problema de arritmia en Cardiología... así es como nos estamos manejando ahora. Las medidas de protección del personal del complejo también se han adaptado a los conocimientos actuales sobre el SARS-CoV-2. Hoy sabemos que no es necesario disfrazarse de astronauta para entrar en una habitación a dejarle las pastillas a un enfermo, algo que los profesionales, a nivel particular, han agradecido muchísimo.

¿Cómo afecta esta ‘nueva normalidad’ hospitalaria a la gestión de la demanda asistencial?

La gestión no es fácil. Todos los días vemos positivos en SARS-CoV-2, hay que agrupar pacientes, desaislar... Operativamente es complicado, más aún en un momento como el actual, en que la demanda asistencial es altísima. El pasado marzo fue el segundo mes con mayor número de urgencias en la historia del complejo hospitalario, después de enero de 2020, y a la espera de confirmar los datos de abril, la previsión es que sean semejantes. Hace un par de semanas, de hecho, se batió el récord diario de atenciones en las Urgencias del Hospital Universitario, con 481.

El aumento de la demanda asistencial suele traer consigo un incremento de la ocupación hospitalaria. ¿Se han tenido que reprogramar cirugías, en las últimas semanas, por este motivo?

Intentamos gestionar lo mejor posible toda esta situación, tratando de evitar los ingresos que no son imprescindibles, pero la demanda es la que es, hay que darle respuesta y esto condiciona, efectivamente, que el hospital esté muy lleno, porque además hay que seguir trabajando por los pacientes que continúan pendientes de algún procedimiento, debido al parón de la pandemia. Siempre mantuvimos bastante actividad, pero el COVID ha impactado y esto, a veces, nos condiciona. Estamos con muchísima ocupación, intentando operar al máximo, con lo cual se ocupan todas las camas quirúrgicas y esto hace que, puntualmente, tengamos alguna incidencia que nos obligue a reprogramar alguna cirugía, pero con el indicador de que estamos haciendo más intervenciones que nunca y tratando de programar, a veces, al límite.

¿Cuál es la previsión para las próximas semanas?

El hospital está hasta arriba de pacientes, y pese a que el buen tiempo suele ayudar a que disminuya la demanda asistencial, entramos en un mayo complicado. Nuestra gran esperanza es el futuro, y aunque sabemos que el nuevo Chuac va a tardar un poquito, al menos esperamos con optimismo que concluyan las obras de la "fase 0.1", con la puesta en marcha de nuevos hospitales de día e, incluso, de una nueva planta de hospitalización. Todo esto, unido a la ampliación del espacio de Urgencias, nos puede dar cierto colchón para afrontar situaciones que a veces nos cuesta gestionar.

“Buscamos cómo optimizar los procesos, a través de los hospitales de día, de cara al próximo invierno”

La ocupación hospitalaria es muy alta, al igual que la demanda asistencial, y el verano está a la vuelta de la esquina. ¿Cómo se plantean el periodo vacacional?

Todos los veranos tratamos de garantizar la actividad, los procesos de gestión urgente se mantienen e intentamos que haya cierta organización asistencial en todos los servicios, no pasamos de un 150% a un 20%. Julio y agosto son los meses de mayor impacto del periodo vacacional, pero en junio creo que habrá bastante actividad y septiembre será mejor que el año pasado, cuando hubo procesos de exámenes de las oposiciones. El periodo estival, obviamente, hay que organizarlo, pero estamos pensando ya, sobre todo, en el próximo invierno, buscando alternativas al ingreso y viendo cómo podemos optimizar los procesos a través de los hospitales de día. Hacer una oferta asistencial un poco distinta que nos permita trabajar de otra manera y dar una respuesta un poco más holgada.

En la actual tesitura, ¿qué mensaje quiere trasladar a la población?

Me gustaría transmitir a los ciudadanos que, a nivel global, estamos orgullosos del funcionamiento del sistema sanitario. La Atención Primaria se ha adaptado a los nuevos tiempos y está dando una buena respuesta. Volver a la situación previa al COVID va a llevar un tiempo, pero es muy importante retomar la confianza en nuestros médicos de familia, que nos pueden solucionar muchos problemas. Dicho esto, destacar que las Urgencias hospitalarias siempre van a tener sus puertas abiertas para quien lo precise y que el hospital, en su conjunto, seguirá funcionando al máximo para dar la respuesta asistencial necesaria. Pero llevar este barco a buen puerto es responsabilidad de todos.


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