La Opinión de A Coruña

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El coronavirus se reaviva por San Juan

La segunda y la quinta olas se iniciaron un 22 y 20 de junio, respectivamente, y expertos avisan de otra veraniega | Los linajes BA.4 y BA.5, más transmisibles, impulsan los contagios

Celebración del San Juan en A Coruña en 2019. // C. Pardellas

La esperanza de que la transmisión del COVID-19 se desplomase con el calor se esfumó al inicio del verano de 2020. La curva de contagios comenzó a elevarse el 22 de junio, en vísperas de la noche de San Juan y un día después del fin del primer estado de alarma, tras el confinamiento de primavera. Comenzaba así, según el Instituto de Salud Carlos III, la segunda ola, que se prolongaría hasta el 6 diciembre de aquel “año uno” de la pandemia. El repunte se repitió el pasado año, cuando la 5ª ola arrancó también cerca de la noche de San Juan, el 20 de junio. A la vista de ello, algunos expertos anticipan que se avecina un nuevo incremento veraniego de los contagios. Se da casi por seguro que, pese a la explosión de interacciones sociales por el verano, los hospitales aguantarán el tipo gracias a la alta cobertura vacunal —en torno al 94% en Galicia—, aunque ahora se parte de una “meseta” elevada de contagios y casos activos y los sublinajes de ómicron BA.4 y BA.5, aún más transmisibles que el BA.2, son ya prácticamente dominantes en la comunidad.

Una de las voces que ha advertido que los contagios “se dispararán” a partir del verano ha sido alguien no precisamente muy dado a los vaticinios pesimistas: Fernando Simón, director del centro de alertas sanitarias del Ministerio de Sanidad. El sábado advirtió en Asturias sobre un aumento de la transmisión por los viajes, los eventos sociales y los festivales a tope tras dos veranos de cancelaciones. Ayer, en Valladolid, añadió que la situación es ahora “a priori favorable”, pero que la pandemia “no se ha terminado” y el otoño “será un momento clave” para ver qué ocurre con “la inmunidad, las nuevas variantes o la transmisión”.

En cuanto a las nuevas variantes, están ganando terreno en Galicia los sublinajes BA.4 y BA.5, que aunque oficialmente son subtipos de la variante ómicron, no pocos científicos consideran que, al ser muy diferenciados genéticamete, tendrían que haber sido designados por la OMS con otra letra griega.

Según apuntó la directora xeral de Saúde Pública de la Consellería de Sanidade, Carmen Durán, los sublinajes BA.4 y BA.5, “algo más transmisibles”, ya suponen el 44% en Galicia. “De ahí el repunte de casos, pero, nuevamente, sin el impacto correspondiente a nivel hospitalario”.

El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) señaló ayer que las subvariantes BA.4 y BA.5 se convertirán en “dominantes” en toda la Unión Europea, lo que “probablemente dará lugar a un aumento de los casos de COVID-19 en las próximas semanas”. El organismo epidemiológico de la UE subraya que “no hay pruebas” de que BA.4 y BA.5 se asocien a una mayor gravedad de la infección en comparación con BA.2, dominante hasta ahora, y BA.1, el tipo “original” de ómicron que irrumpió en España en diciembre de 2021. En cualquier caso, advirtió que “tal como ocurrió en oleadas anteriores, un aumento de los casos de COVID-19 en general puede dar lugar a un incremento de las hospitalizaciones, los ingresos en la UCI y las muertes”.

Estudios en animales e in vitro sobre BA.4 y BA.5 han apuntado a una mejor replicación del virus en los pulmones en comparación con BA.2, además de mayor capacidad para entrar en la célula, al poder penetrar a través de la proteína TMPRSS2, presente en células epiteliales de pulmones, próstata, corazón, hígado y tracto gastrointestinal.

Un ejemplo de la “vida real” de lo que puede ocurrir en Galicia y en España lo encontramos en Portugal, donde BA.5 es dominante desde el pasado 30 de mayo y ahora supone cerca del 90% de los casos. El pasado 8 de junio las muertes diarias se acercaron al pico de decesos del 6 de febrero (BA.1), con 4,75 muertes por millón de habitantes, superando la ola de delta aunque muy lejos del récord de 28,61 registrado el 1 de febrero de 2021, entonces con la variante alfa y sin vacunación generalizada.

“Fase de meseta” alta

Como reconoció la directora de Saúde Pública, estamos “en una fase de meseta pero con 800 o 900 casos nuevos al día”, por lo que “la gripalización de la COVID no existe”. Juega a nuestro favor la alta cobertura vacunal, pero respecto a los anteriores veranos partimos de una peor situación epidemiológica de base. En la última semana se reportaron en Galicia un promedio de 813 casos por día (entre los mayores de 60 años) y 16 muertes.

Esta cifra contrasta con la de 2021 en estas fechas, cuando se reportaban 80 contagios diarios (en todas las edades) y 5 muertes en los últimos 7 días. Por no hablar de 2020: en las mismas fechas de ese año se reportaba un promedio de solo 2 contagios al día (en todas las edades) y un único fallecimiento en 7 días.

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