“El Gobierno debería vetar que los menores tengan acceso al porno”

La educadora gallega Chis Oliveira alerta de que las jóvenes siguen “sometidas” al mito del amor romántico y que los chicos, por la prostitución, perciben que hay mujeres a las que se puede “violar”

¿Qué es el Comando Igualdad y cómo surgió el libro La revolución feminista en las aulas?

Es un proyecto en el que jóvenes con conciencia feminista y con formación entran en contacto con otros para fomentar el espíritu crítico hacia el machismo. Cuando cumplió 10 años, nos pareció interesante contar la experiencia en un libro y ocupar un espacio que en la literatura feminista no estaba bien completado. Es un manual para profesores, alumnos y familias sobre la educación afectivo sexual.

¿Escenas como la del colegio mayor donde unos jóvenes gritaron “putas” a otras estudiantes demuestran que aún hay un largo camino por recorrer?

Sí lo demuestran. Es muy triste que acontezca y que se lo tomen como una broma.

¿Es más difícil que los mensajes contra el machismo penetren en los centros privados?

Sí, porque suelen estar asociados a una formación religiosa que quiere mantener el estado de las cosas, la cultura patriarcal. La educación en igualdad no solo no se difunde, sino que se ataca y cuestiona. Pero en muchos colegios religiosos y privados está habiendo una contestación.

¿Qué le parece cómo la ley Celaá introduce la educación en igualdad, sin una asignatura específica, sino como contenido transversal?

Insuficiente. Si queremos una educación en igualdad real, hay que hacer un posicionamiento y unas políticas públicas y educativas contundentes. Pero tengo esperanza en que este Gobierno lleve a cabo acciones más integrales. Las aproximaciones son tímidas porque es una tarea difícil. Todos estos cambios, que van al núcleo de la desigualdad, no se logran de un día para otro.

¿Qué resistencia tienen los jóvenes para desterrar el machismo?

La primera es la comodidad. A los chicos se les ha inculcado el sentirse superiores y creen que en un mundo igualitario van a perder. La educación afectivo sexual debe mostrarles que tienen mucho que ganar.

¿Sigue influyendo la idea del amor romántico y los celos?

Sí. Es una trampa patriarcal muy poderosa. Es el modelo amoroso que se nos ha inoculado a través del opio Disney y que nos hace vivir el amor de forma diferenciada. En las chicas, el ideal es la belleza, el sometimiento y vivir el amor como lo más importante en nuestra vida. Y para ellos es como una caza, que hace que se consideren dueños de las chicas, mientras ellas piensan que las controlan porque las aman.

¿Cómo influye la pornografía?

Es una escuela de desigualdad. En cuanto tienen acceso al móvil, chicos y chicas acceden a la pornografía, un modelo irreal, misógino, que alimenta un imaginario sexual de dominación y sumisión.

¿Cree que debería prohibirse el acceso al porno a los menores?

Sí, el Gobierno tendría que actuar prohibiendo y, como prohibir es como ponerle puertas al campo, el Ejecutivo, las familias y todo el sistema educativo debería atacar con otra formación y otro modelo alternativo porque la violencia del sistema pornográfico va a tener unas consecuencias de cuya gravedad aún no somos conscientes.

¿Qué idea tienen las nuevas generaciones de la prostitución?

Hay cierta tolerancia, dado que se vende con el peligroso mito de la libre elección, que las mujeres lo eligen libremente. Perciben que hay dos tipos de mujer: la mujer a la que respetar y la mujer a la que violar.

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