Sanidad

Contra el cáncer, prevenir y cribar

Especialistas coruñeses celebran la futura puesta en marcha en Galicia de cribados de próstata y pulmón, este último dentro de una estrategia integral contra el tabaquismo: “Dejar de fumar es la clave”

Un paciente se somete a un TAC.

Un paciente se somete a un TAC. / LOC

Galicia cuenta, en la actualidad, con tres programas de cribado contra el cáncer, de mama, colon y cérvix (o cuello de útero), cuya finalidad es prevenir la enfermedad o diagnosticarla en estadíos iniciales, cuando las probabilidades de curación son mucho más elevadas. A estas tres modalidades se unirán los de pulmón y próstata, según anunció el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, en el Parlamento, donde también informó de que se ampliará el rango de edad del cribado de mama, que se ofrecerá a mujeres de 45 a 74 años. Especialistas coruñeses de las áreas médicas implicadas valoran la futura incorporación de estas pruebas de detección precoz a la cartera de servicios de la sanidad pública gallega, especialmente por el hecho de que el cribado de pulmón forme parte del Plan Inspira Saúde, una estrategia integral contra el consumo de tabaco. “Dejar de fumar es, sin duda, la clave”, resaltan.

En nueve de cada diez casos de cáncer de pulmón el factor desencadenante es el tabaco, por eso el paso fundamental en la lucha contra esta enfermedad es la prevención”, considera Carmen Montero, jefa del Servicio de Neumología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), quien insiste en que dejar de fumar “previene los tumores pulmonares”, pero también “muchas otras dolencias” relacionadas con ese mal hábito, “como la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica)”, que se sitúa “ya casi como la tercera causa de muerte” y que “está muy infradiagnosticada”. “Que Galicia vaya a contar con un cribado de cáncer de pulmón es una buena noticia, sobre todo, porque va a ir acompañado de un programa de deshabituación del tabaco, y esto me parece lo más importante”, reitera.

La doctora Montero explica que la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) tiene “bastante avanzado” un proyecto, denominado Cassandra, que “va en esa misma línea” de “acompañar el cribado del cáncer pulmonar con la deshabituación tabáquica”. “Incluso propone realizar una prueba tan simple como la espirometría, que no implica radiación, a los ciudadanos que se sometan al cribado, para intentar diagnosticar también la EPOC. Sufrir esta enfermedad no es un factor de riesgo tan importante como el tabaco para desarrollar cáncer de pulmón, sin embargo, en los pacientes con enfisema sí aumenta ese peligro, de ahí que también sea importante su detección”, señala.

"En nueve de cada diez casos de cáncer de pulmón el tabaco es el factor desencadenante, por eso el paso fundamental en la lucha contra esta enfermedad es la prevención"

Carmen Montero

— Jefa del Servicio de Neumología del Chuac

Aunque la “prevención primaria” del tabaquismo, tanto activo como pasivo, es la “clave”, la jefa del Servicio de Neumología del Chuac insiste en que el cribado del cáncer de pulmón es “muy bienvenido”, en tanto que el sistema sanitario tiene una “deuda social”, porque esa dolencia “no aparece de forma inmediata al fumar, hay un decalaje y se puede llegar a manifestar hasta 15-20 después” de apagar el último pitillo. “Si en su momento no se hizo bien la prevención, hay una población que sí ha dejado de fumar pero que tiene riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Diagnosticar lo antes posible la enfermedad es primordial, en estos casos, para poder realizar un tratamiento curativo”, señala la doctora Montero, quien aún sin disponer de los “detalles exactos” sobre “cómo se va a establecer” el cribado del cáncer pulmonar en Galicia, detalla: “La mayoría de los estudios que demostraron una disminución de la mortalidad por cáncer de pulmón establecen que los pacientes que deben optar a un programa de este tipo han de encontrarse en un estado de salud aceptable para poder ser tratados si se les detectase esa enfermedad, y estar en riesgo de sufrirla”.

“Afinar” la población diana

¿Qué pacientes presentan riesgo de desarrollar tumores pulmonares, según la literatura médica disponible hasta el momento? “Aquellos que tengan entre 55 y 75 años —en algún trabajo se amplía ese rango de edad desde los 50— y sean fumadores de, al menos, 20-30 cajetillas de tabaco al año. Es decir, que hayan fumado durante 30 años un paquete a diario, o durante 15, dos”, refiere la responsable del Servicio de Neumología del Chuac. “A los exfumadores, se les considera en riesgo hasta 15 años después de dejar ese mal hábito. A partir de ahí, la probabilidad de desarrollar cáncer de pulmón disminuye mucho, aunque nunca es cero”, explica la doctora Montero, quien recomienda enfocar las pruebas de detección precoz en esta población “para lograr que el programa sea realmente efectivo”. “El cribado del cáncer de pulmón requiere afinar mucho, seleccionando muy bien a los potenciales beneficiarios. El éxito dependerá de acertar con la población diana”, incide.

La jefa de Neumología del complejo hospitalario coruñés alude a “varios estudios que ya han demostrado una disminución de la mortalidad por tumores pulmonares, a los diez años de implantarse el cribado, de entre un 20-26%”. “En la práctica clínica, el cáncer de pulmón se detecta, inicialmente, mediante una radiografía simple de tórax. No obstante, cuando se llega a la enfermedad por esa vía, muchas veces está ya en una situación muy evolucionada. La prueba que realmente nos va a permitir diagnosticar en fases iniciales el cáncer y tratar al paciente, va a ser el TAC torácico de baja dosis de radiación. De hecho, los programas de cribado que demostraron eficacia para disminuir la mortalidad son aquellos que incluyen la realización de esta prueba, por lo general, una vez al año”, explica la doctora Montero, quien apunta que el “principal problema” del TAC de baja dosis de radiación, “y de cualquier prueba de imagen en el tórax”, es “que lesión que se detecte puede ser un cáncer o un falso positivo”.

El doctor Venancio Chantada.

El doctor Venancio Chantada. / 13Fotos

“Para llegar a un diagnóstico definitivo de ese nódulo pulmonar, muchas veces hay que hacer técnicas invasivas y con un mayor riesgo, de ahí la importancia de afinar mucho y seleccionar justo a los pacientes que consideramos que pueden tener un cáncer pulmonar”, reitera. “Otro problema”, agrega, “es el sobrediagnóstico”, que en este tipo de tumores “no está tan estudiado como en otros”. “Alguna lesión podría no desarrollarse a lo largo de la vida de forma clínica, sin embargo, el TAC de tórax la va a detectar. Habrá que actuar en el contexto de saber si realmente ese paciente tiene un cáncer de pulmón o si hay que hacerle un seguimiento con la realización de TAC de forma periódica, cada tres meses o seis, como hacemos ahora en la práctica clínica”, señala.

El papel de la inteligencia artificial

Como una “buena noticia” valora también la futura incorporación de nuevos cribados de pulmón y próstata en Galicia el jefe del Servicio de Urología del Chuac, Venancio Chantada, quien considera que, “de entrada, todo lo que sea un avance en el mejor diagnóstico y estadificación de los pacientes siempre será bienvenido”. “Que podamos detectar la enfermedad en fases más tempranas, cuando tiene un alto índice de curación, es una maravilla”, reitera el doctor Chantada, quien especifica que, “en la consulta ordinaria”, los especialistas en Urología establecen que “todos los hombres, partir de los 50 años, se hagan una prueba de próstata”.

“Consiste, básicamente, en la determinación del PSA (antígeno prostático específico), y en algunos casos, si es factible, en hacer un tacto rectal e, incluso, una ecografía. Cuando hay sintomatología urinaria o antecedentes familiares de cáncer de próstata, aconsejamos adelantar ese estudio a los 45 años, porque estamos viendo pacientes cada vez más jóvenes con esa enfermedad, aunque es muy infrecuente”, refiere. “El análisis de los parámetros de PSA y su evolución, mediante algoritmos de inteligencia artificial (IA), será clave. La IA constituirá el futuro del diagnóstico oncológico, junto con las biopsias líquidas, cuando en sangre se puedan obtener células tumorales circulando. Nos lo facilitarán todo muchísimo”, subraya.

"En consulta aconsejamos revisar la próstata, de forma periódica, a partir de los 50 años, y si hay sintomatología urinaria o antecedentes familiares, desde los 45"

Venancio Chantada

— Jefe del Servicio se Urología del Chuac

El doctor Chantada aclara, no obstante, que el cribado “no diagnostica el cáncer de próstata”, sino que desvela “quién tiene mayor riesgo de desarrollar esa enfermedad”. “El cribado de próstata se dirige a detectar qué hombres tienen más posibilidades de padecer tumores de ese tipo, lo cual no evita que los pacientes tengan que someterse, en ese caso, a los estudios que hasta ahora les hemos venido realizando, que son muy buenos. Para lo que servirá el futuro programa es para afinar mucho más y optimizar los estudios, evitando realizar biopsias innecesarias. Una prueba que entraña sus riesgos, ya que implica pinchar al paciente través del ano o del periné (la zona situada entre los testículos y el ano), lo cual puede provocar hematomas, infecciones, dolor…”, describe.

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