Educación

Dimite el equipo directivo de un instituto de Valencia con 15 alumnos con conductas suicidas

El profesorado del IES La Moreria de Mislata denuncia que Educación no da apoyo al centro tras las constantes quejas | El centro, con casi 600 alumnos, denuncia que llevan años reclamando tener ascensor

IES La Morería de Mislata.

IES La Morería de Mislata.

Gonzalo Sánchez

El pasado tres de febrero, el equipo directivo del IES La Moreria presentó su dimisión ante Conselleria de Educación. El motivo es el "desamparo que sufre el centro" por parte de la Generalitat Valenciana, en plena ola de problemas de salud mental y con 15 alumnos con el protocolo por conductas suicidas o autolesiones activado.

Esto quiere decir que muchos de ellos tienen que estar permanentemente vigilados por un profesor y que, en los casos más extremos, han tenido que trasladar un aula a la planta baja del centro, según fuentes del IES. Pese a que el centro ha solicitado "de forma urgente recursos específicos adicionales como profesorado terapéutico o que de atención domiciliaria para prevenir y controlar los casos más graves, la petición a día de hoy no ha sido atendida".

En un manifiesto dirigido a Conselleria, casi 70 trabajadores del centro muestran su apoyo a la decisión del equipo directivo, que la comunicó en un claustro el pasado 8 de febrero. En el manifiesto, los docentes hablan de que están sufriendo "una crisis de salud mental sin precedentes".

Conselleria de Educación explica que la semana pasada mantuvieron una reunión interna para analizar la situación del centro e instaron a la inspección educativa que "hiciera un informe de la situación". Además explican que el Secretario Autonómico de Educación tenía previsto reunirse con el equipo directivo la semana qu viene.

En un comunicado emitido la tarde del martes, tras publicar la noticia, explican que "se ha asignado una persona como Pedagogía Terapéutica y otra de apoyo (en este caso por parte de Igualdad que tiene la competencia), y refuerzo de orientación extra, como pedía el centro.

Además de los problemas de salud mental, este IES de casi 600 alumnos denuncia también muchas peticiones desatendidas, algunas durante años. La más grave, según denuncian, es que se les ha "negado recursos necesarios como las horas PAM (horas de refuerzo)". Explican que al centro le correspondían entre 25 y 30, pero ahora solo disponen de seis.

Sin ascensor en todo el colegio

Otra carencia grave del centro es que llevan años reclamando que se instale un ascensor en el centro. Esto provoca, en palabras de los docentes "que el alumnado con movilidad reducida no se pueda matricular en su centro de elección, y causa graves trastornos organizativos cada vez que alguien sufre una lesión".

Además de estas carencias y de la crisis de salud mental, critican que el número de alumnado del centro y sus características exige "reforzar el departamento de orientación educativa". "No nos tratan igual que otros institutos de nuestro mismo tamaño ni tenemos el mismo personal", cuentan fuentes del IES.

El personal del centro explica que "el alumnado con necesidades especiales necesita atención y seguimiento por docentes de Pedagogía Terapéutica (PT) y educadores". Por eso reclaman "al menos una plaza de orientación y otra de PT a tiempo completo para atender dignamente a todo el alumnado".

El centro cuenta con 114 alumnos de origen extranjero, que representan el 20 % de la matrícula total. De estos, la mitad no habla valenciano y un 9 % no domina ninguna de las dos lenguas oficiales. Además "la demanda aumenta cada día". De los 52 estudiantes que se han incorporado con el curso iniciado, 26 son extranjeros. Por eso otra de las cuestiones que llevan meses reclamando es más horas de docencia en áreas lingüísticas para poder acoger a este alumnado y garantizar su integración.

Pese a que Conselleria contestó a las reclamaciones del centro el día de ayer para estudiar las mejoras, el manifiesto critica que, durante meses, la respuesta fue "un silencio atronador". "Es inadmisible que se llame desde la dirección de un centro y no haya nadie al otro lado, realizar una petición formal y no tener nunca respuesta". Es este "sentimiento de abandono" el que ha llevado la dimisión del equipo directivo.