La apuesta balear por el turismo sostenible regenerador

La actividad turística de las Illes Balears puede convertirse en el paradigma de la transformación hacia un modelo sostenible. Ha comenzado un proceso de cambio para superar el actual sistema productivo y derivarlo hacia otro que logre superar el debate de las cifras y genere impactos positivos en la sociedad.

El turismo es la principal industria balear generadora de riqueza que se sitúa a la cabeza de esta transición hacia la sostenibilidad. Dada su importancia, es capaz de impulsar al resto de la economía del archipiélago para que adopte este modelo más equilibrado.

Las características que definen la actividad turística sostenible deben combinar la creación de riqueza en el territorio insular con otros parámetros que abarcan aspectos como la protección medioambiental, la igualdad y la justicia social, el desarrollo económico y el empleo de calidad. La naturaleza es uno de los principales atractivos de nuestras islas por lo que la conservación de los recursos naturales y territoriales resulta esencial lo que conlleva el cuidado de la biodiversidad y los ecosistemas. Además, la sostenibilidad debe aplicarse también a la promoción de la diversidad cultural, el apoyo de las economías locales y la mejora del bienestar de los residentes en las Illes Balears.

La Unión Europea está comprometida con el desarrollo de la actividad turística minimizando su impacto sobre el medio ambiente y la cultura local al tiempo que genera ingresos y empleo para la población local. El Govern balear junto a la sociedad han asumido los criterios de Europa para desarrollar el modelo sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental. Al mismo tiempo Baleares se consolida como un destino viable y competitivo.

La nueva ley turística

Los cambios legislativos que ha promovido el Govern están acelerando el proceso de transformación. La Ley para la Circularidad y la Sostenibilidad en el Turismo propuesta por el Govern balear es un buen ejemplo del reto de conseguir una nueva organización económica que permita el progreso de las islas. La nueva ley turística busca convertir el sector turístico en el impulsor de la regeneración social y la preservación del medio ambiente.

La actividad turística puede convertirse en impulsora de la competitividad sostenible. En este sentido, la economía circular ocupa un lugar destacado en este impulso ya que es un vehículo para la sostenibilidad que ayuda al equilibrio económico, social y medioambiental. Este sistema destaca por ser más eficiente en el uso de los recursos y ayuda a paliar los efectos negativos del cambio climático y minimizar la pérdida de biodiversidad.

La innovación, la optimización de procesos y el nuevo diseño de productos y servicios basado en un consumo responsable caracterizan la economía circular. Entre las bases de este modelo económico destacan el reciclaje, la prohibición de generar residuos y la capacidad de generar empleo de calidad que ayude a la cohesión social.

El turismo puede contribuir a cumplir los objetivos de desarrollo sostenible contemplados en la economía circular y establecidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Ayudan a hacer realidad este reto de un turismo sostenible, la producción y el consumo responsable, el trabajo decente, la energía no contaminante y asequible, las ciudades y comunidades sostenibles, la acción por el clima y la vida de los ecosistemas terrestres.

El sector turístico de las Illes Balears siempre ha sido pionero en el desarrollo de cambios que han ayudado a la mejora de esta actividad a nivel global. Ahora, da un paso más en esta transformación con su apuesta por un modelo sostenible que abarca todas las dimensiones desde la mejora de la experiencia del turista a la calidad de vida de los residentes, el empleo y las condiciones laborales. Una transformación para hacer compatible el crecimiento con el cuidado medioambiental.