La Unesco exige en un informe un uso adecuado de la tecnología en las aulas

Olga Pereda

La alfabetización digital es imprescindible, y las aulas deben incluir la tecnología. Pero la digitalización escolar exige prudencia y el respaldo de unas normas claras. Jamás la educación online debe sustituir a la presencial y dirigida por docentes. Así lo dictamina la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en un nuevo informe mundial, donde exige un uso adecuado de la tecnología en la educación y que los profesores reciban formación adecuada, incluidas las competencias en ciberseguridad.

En Tecnología en la educación: ¿Una herramienta en los términos de quién?, presentado en Montevideo (Uruguay), la Unesco pide mayor evidencia científica sobre los beneficios de la digitalización e insiste en el sesgo de los estudios que provienen de empresas tecnológicas. De momento, según los técnicos del organismo, las escuelas carecen de una reglamentación concreta, así que insta a los gobernantes a establecer condiciones para el uso de la tecnología en la educación. Pide que se tenga en cuenta que “la distribución de ordenadores entre los alumnos no mejora el aprendizaje si los docentes no participan en la experiencia pedagógica”.

“La revolución digital contiene un potencial inconmensurable. Pero se debe emplear para mejorar las experiencias de aprendizaje y para el bienestar de estudiantes y docentes, no en su detrimento”, advierte Audrey Azoulay, directora general de la Unesco. “Hay que anteponer las necesidades del estudiantado y apoyar a la docencia. El mundo online no sustituye a la interacción humana”, concluye.

Este serio aviso se suma al amplio historial registrado este año pidiendo frenar un poco la revolución digital entre el alumnado. A principios de año, las escuelas públicas de Seattle (EEUU) presentaron una demanda contra los gigantes tecnológicos detrás de TikTok, Instagram, Facebook, YouTube y Snapchat por la crisis de salud mental entre los jóvenes. Hace unas semanas, el Gobierno neerlandés emitió una directiva nacional para las escuelas de Los Países Bajos indicando que los estudiantes no deben llevar a las aulas móviles, tabletas ni relojes inteligentes a menos que haya una razón especial para hacerlo. “Distraen y hacen que los alumnos rindan peor”, alegaron.