La formación de la futura Reina

Leonor, tercer Borbón que inicia su camino al trono en Zaragoza

La heredera ingresa este jueves en la Academia General Militar y estudiará dos cursos en uno

Jurará bandera el próximo 7 de octubre y se especializará en Infantería como su padre

Leonor, durante la entrega de despachos a los nuevos oficiales del Ejército este pasado 7 de julio.

Leonor, durante la entrega de despachos a los nuevos oficiales del Ejército este pasado 7 de julio. / ÁNGEL DE CASTRO ALFONSO TREMUL

Alfonso Tremul

Leonor de Borbón y Ortiz comenzará mañana su formación castrense en la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza como un cadete más de los 613 que van a integrar la LXXXII promoción de este centro de enseñanza del Ejército de Tierra. La heredera al trono del Reino de España seguirá así los pasos de su abuelo, el rey emérito Juan Carlos I, y de su padre, el rey Felipe VI, tras sus respectivos pasos por las instalaciones militares de la capital aragonesa en 1955 y 1985. Al igual que ya sucediera con ellos, la carrera militar de la futura Jefa de Estado y Mando Supremo de las Fuerzas Armadas tendrá su primera parada en Zaragoza como punto de partida de un periodo de formación que, en el plano militar, incluye un baño general sobre topografía, tiro o táctica, es decir, todo lo relativo al empleo de las unidades bélicas: cómo ejecutar acciones de ataque, defensa o contrainsurgencia.

Antes de abrir los libros y de calzarse las botas, la heredera al trono encontrará acomodo, primero, en estas instalaciones militares de 71 hectáreas que cuentan con un edificio de residencia y otro de aulas docentes así como instalaciones deportivas dotadas de piscina, gimnasio o pista de atletismo e instalaciones militares: el Centro de Adiestramiento de San Gregorio y su armería, pista de combate o campo de tiro.

La princesa llega a Zaragoza con todo listo tras recibir hace unos días la carta de bienvenida de la Academia General Militar y, con ella, un reglamento interno que se repite promoción tras promoción y un decálogo del cadete con principios como, por ejemplo, "tener un gran amor a la patria y fidelidad al Rey", "hacerse querer de sus inferiores y desear de sus superiores" o "sentir un noble compañerismo, sacrificándose por el camarada y alegrándose de sus éxitos, premios y progresos".

El rey Felipe VI y su hija, durante su última visita a Zaragoza.

El rey Felipe VI y su hija, durante su última visita a Zaragoza. / EFE

Compañerismo, disciplina, jerarquía y valor

Todo ello, defienden fuentes consultadas por este diario, en connivencia con los valores individuales y colectivos que propugnan las Fuerzas Armadas –compañerismo, disciplina, jerarquía y valor– hasta el punto de jurar bandera, es decir, refrendar el compromiso de dar la vida en defensa de estos valores. En el caso de la Princesa de Asturias, el acto de jura de bandera ha quedado señalado para el próximo 7 de octubre y, a partir de ese día, ya será militar.

Hasta entonces, la princesa completará dos primeros meses de instrucción militar básica, el llamado campamento, un periodo de formación en el que se trata de inculcar disciplina a los cadetes. Estos ejercicios se caracterizan por estar impregnados de una alta dosis de estrés que, a su vez, hacen las veces de cribado para seleccionar a los cadetes vocacionales y a otros tantos que acaban abandonando el Ejército antes de jurar bandera. En paralelo a esta formación castrense, compaginará sus estudios universitarios en el Centro Universitario de la Defensa (CUD), adscrito a la Universidad de Zaragoza desde su reforma al plan Bolonia en 2010.

Precisamente, el director de la AGM, Pérez López, recordó la semana pasada que el plan de estudios de su Real Alteza se ha condensado de tal forma que completará "dos cursos en uno", es decir, hasta la jura de bandera cursará las asignaturas de Primero y, a partir del 7 de octubre, se unirá a sus compañeros de Segundo. Al igual que su padre, se especializará en la unidad de Infantería y continuará sus estudios el curso 2024-2025 en la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra) y, en el 2025-2026, en la Academia General del Aire de San Javier (Murcia). Todavía está por ver si hereda la habitación 5.011 del edificio Cisneros en la que se hospedó Felipe VI, un compartimento individual similar al del resto de cadetes con la salvedad de contar con una sala de recepción para invitados.

Leonor, en la Academia General Militar de Zaragoza.

Leonor, en la Academia General Militar de Zaragoza. / ÁNGEL DE CASTRO

La relación de Felipe VI con Aragón

Leonor inicia mañana su primer día de residencia en Zaragoza con la expectativa regional de conocer si las tierras aragonesas forjarán su carácter tanto como el de su padre Felipe, a quien muchos consideran un zaragozano de adopción. El actual monarca siempre ha mostrado un especial cariño y afecto hacia Aragón con sus innumerables visitas castrenses –la última de ellas, el pasado 7 de julio con motivo de la entrega de despachos a los nuevos oficiales del Ejército de Tierra y de la Guardia Civil, acompañado de la propia Leonor– y de otras tantas de apoyo a la economía local como en julio del 2000, cuando llegó a cenar con empresarios y sindicatos en Zaragoza y recorrió Aragón con paradas en Albarracín, Alcañiz, Barbastro, Calatayud, Ejea de los Caballeros, Huesca, Jaca, Monzón o Tarazona. Incluso disfrutó de su luna de miel en tierras aragonesas con sendos viajes en Albarracín, Sos del Rey Católico y la propia capital.

"Los aragoneses son grandes para los reveses", admitió en una visita a Zaragoza en 2010. "Su manera de ser forma parte inseparable de mi vida", reconoció ese mismo día. Este idilio borbónico podría prolongarse unos cuantos años más si Leonor disfrutará tanto de Aragón como ya hiciera su padre hace 38 años. No lo recodará porque apenas tenía tres años, pero la Princesa ya alardeó de Zaragoza vistiendo una gorra visera de Fluvi durante las vacaciones de 2008 en Mallorca.