Sanidad

La mascarilla vuelve a los centros sanitarios: “Ponérsela ahora es de sentido común”

La obligatoriedad podrá pasar a recomendación en autonomías que enlacen dos semanas con infecciones respiratorias a la baja | Residencias y farmacias quedan fuera de la norma

Ciudadanos con mascarilla salen del PAC de la Casa del Mar, ayer, en A Coruña.  | // IAGO LÓPEZ

Ciudadanos con mascarilla salen del PAC de la Casa del Mar, ayer, en A Coruña. | // IAGO LÓPEZ / María de la Huerta

La mascarilla regresa a los centros sanitarios. Desde el mediodía de ayer, y hasta nuevo aviso, el Ministerio de Sanidad impone el uso de cubrebocas en hospitales y ambulatorios de toda España. La obligatoriedad podrá pasar a “recomendación” en las comunidades autónomas que enlacen dos semanas con incidencia de infecciones respiratorias a la baja. Entonces, ellas deciden. En la actualidad, solo País Vasco y la ciudad autónoma de Melilla se encuentran en esa situación. Quedan fuera de la norma residencias sociosanitarias y farmacias, incluidas inicialmente en la medida implantada por Sanidad. Allí el uso de la mascarilla es aconsejable, al igual que sucede en otros espacios sanitarios, como clínicas odontológicas o de fisioterapia.

“El Ministerio se hace cargo de la desigual evolución de la epidemia en las comunidades, a la vez que sigue dando ese aval jurídico necesario a aquellas que necesitan más tiempo para descender”, apuntó ayer la ministra de Sanidad, Mónica García, durante una rueda de prensa en la que dio a conocer los detalles de la medida, adoptada en contra del criterio de once autonomías, incluida Galicia, que no respaldaron la decisión de imponer la mascarilla en los centros sanitarios en la última reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (Cisns), celebrada el pasado lunes, y que además censuraron las formas empleadas por el Gobierno.

“Ha actuado de manera unilateral y desafortunada”, a pesar de existir una propuesta “de consenso trasladada” al Cisns, aseguró el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña. “No estamos en una situación de riesgo para la salud pública y Galicia no se opone al uso de las mascarillas; es más, fuimos la primera comunidad en la que se recomendó su uso” [desde el pasado 29 de diciembre”], resaltó.

Desde la primera línea, médicos y enfermeros gallegos consultados por este diario celebran la medida. “En la situación que estamos viviendo, con esta ola de infecciones respiratorias (gripe, COVID y virus sincitial), es importante que vayamos hacia una cultura asiática. Tenemos que ponernos la mascarilla, no solo en los centros sanitarios, sino también cuando estemos en áreas cerradas. Es de sentido común”, sostiene el doctor José Manuel Fandiño, presidente de Semes (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias) Galicia y responsable del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de A Coruña (Chuac), quien insiste en la necesidad de “controlar y evitar la transmisión” de los virus respiratorios. “Y usando el cubrebocas es como lo podemos hacer. Especialmente, cuando estemos con personas vulnerables, y cuando comencemos con los síntomas. Pensemos que, desde un día antes de aparecer los síntomas, hasta una semana después, vamos a tener transmisión (más, en los tres primeros días). Por eso, es tremendamente importante ponerse la mascarilla. Hemos de ser conscientes, y corresponsables, del control de esta ola”, subraya el doctor Fandiño.

En similares términos se manifiesta Álvaro Carrera, secretario de la Asociación Galega de Enfermería Familiar e Comunitaria (Agefec) y enfermero especialista en Familia y Comunitaria del centro de salud Valle Inclán de Ourense, quien resalta que el uso de la mascarilla “es una de las herramientas más sencillas, más asequibles y más efectivas” a nuestra disposición “para cortar la transmisión” de las infecciones respiratorias, “sumado a la higiene de manos”, que “es muy importante”. “Esta herramienta ya había sido reivindicada antes de la pandemia, por voces expertas que hablaban de generalizar su uso, en épocas estacionales, en todas las personas con síntomas respiratorios. Y la emergencia sanitaria del COVID nos permitió constatar que, efectivamente, es una medida muy útil y eficaz”, destaca Carrera, y prosigue: “Del mismo modo que existe la obligación de usar el cinturón de seguridad en los coches, el hecho de dar rango de obligación, ahora, en los centros de salud y hospitales, al empleo de la mascarilla, desde la Agefec nos parece lo más normal y oportuno, teniendo en cuenta que, a veces, hay resistencias puntuales en determinadas personas, que se niegan a entender la utilidad y la pertinencia de este tipo de medidas”.

Comparte su opinión el doctor Jesús Sueiro, portavoz de la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria (Agamfec) y médico de familia en el centro de salud Concepción Arenal de Santiago, quien recuerda que, tanto desde la Agamfec, como desde la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFyC), son “partidarios de la utilización de la mascarilla” en los centros sanitarios, aún “sabiendo que no es la panacea”. “Nos parece una medida acertada. No se trata de venir a un centro de salud, precisamente, a contagiarse. Por supuesto, no es la solución a todos los problemas, pero acompañándose de una cierta distancia social (aislamiento en caso de coger una infección respiratoria), de la ventilación de los espacios cerrados y de la vacunación frente a la gripe y el COVID, podemos aminorar un poco la incidencia de infecciones respiratorias que estamos teniendo en este momento”, considera el doctor Sueiro, convencido de que el uso de la mascarilla es “una medida proactiva”. “Comprobamos que la gente es bastante razonable, y ya cuando se recomendó el cubrebocas, de manera notable y mayoritaria se utilizaba. Lógicamente, nunca somos partidarios de medidas muy coercitivas, pero dada la tesitura actual, es importante reforzar la prevención de la gripe, porque los centros de salud y los hospitales se encuentran en una situación muy, muy apurada”, avisa.

“Muy oportuno” le parece también el uso de la mascarilla en centros sanitarios al doctor Ramón Veras, portavoz de SOS Sanidade Pública y médico de familia en el centro de salud San José de A Coruña, quien insiste en que se trata de una medida “sencilla y útil”. “Cualquier persona que tenga una infección respiratoria debería ponerse un cubrebocas, pero ya en los centros sanitarios, donde es más fácil que haya gente más vulnerable o con problemas crónicos, con mayor motivo”, destaca el doctor Veras, quien explica que en su centro de salud, cuando la medida “aún no era obligatoria como tal” y solo se recomendaba, “en todas las consultas pusieron un cartel diciendo que se debía usar mascarilla”. “Es una medida muy útil. No entiendo esa resistencia a la obligatoriedad por parte de algunas comunidades autónomas, y creo que es más una cuestión de crítica partidista que de otro tipo. Cuando bajen los datos de incidencia de las infecciones respiratorias, se retirará, y ya está”, sostiene.

Presión asistencial en A Coruña

La entrada en vigor de la obligatoriedad de la mascarilla en los centros sanitarios de toda España coincide con una nueva jornada de descenso en la cifra de hospitalizados por gripe y COVID en el área sanitaria de A Coruña y Cee. Según los últimos datos de la gerencia, ayer había en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña 113 pacientes ingresados por el virus de influenza (tres en UCI) y 41 por COVID, frente a los 130 y 43, respectivamente, de la jornada anterior. La presión en las Urgencias del Hospital Universitario se mantiene en niveles elevados, pese a disminuir ligeramente, con 420 atenciones registradas el martes.

La farmacéutica Paula Briones y una usuaria de su botica, ambas con mascarilla, ayer, en A Coruña.

La farmacéutica Paula Briones y una usuaria de su botica, ambas con mascarilla, ayer, en A Coruña. / Carlos Pardellas

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“Llevamos un par de días con un poco de rotura de stock de mascarillas, porque su uso se fue aparcando poco a poco y, de repente, todo el mundo nos las ha empezado a solicitar, a raíz de las fiestas navideñas, porque estamos iniciando el pico de la epidemia de la gripe o bien para acceder a lugares muy concurridos, como centros comerciales o centros de salud”, explica Paula Briones, vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña, con oficina de farmacia en el centro de la ciudad coruñesa, quien considera que los ciudadanos “hemos aprendido bien la lección, y eso es bueno”.

Ante una persona que esté con síntomas, aunque no sea positivo ni en COVID ni en gripe, o no lo sepa de momento, no está de más ponerse una mascarilla, por uno mismo y por no contagiar a otros”, resalta Briones, quien dice no ver “descabellada” la obligatoriedad del uso de cubrebocas en centros sanitarios, de la que finalmente han quedado excluidas las farmacias, donde se recomienda. “En nuestro equipo, estamos todos vacunados pero, ya desde el puente de diciembre, por precaución, venimos usando mascarilla. Más que nada, por no coincidir todos de golpe con gripe y quedarnos en cuadro. ¿Cómo veo yo el tema de las mascarillas? Como una cuestión de higiene. De toda la vida, cuando hemos ido, por ejemplo, al dentista, nos ha atendido con mascarilla. Y cuando yo tengo que estar con un paciente en la zona de atención personalizada de la farmacia, también me la pongo, por higiene y precaución”, reitera.