El riesgo de quedarse sin trabajo se dispara un 34% en los supervivientes del cáncer

El gasto anual de las familias con un diagnóstico oncológico supera los 10.000 euros

Yolanda Díaz, Ramón Reyes (presidente de la AECC) y la reina Letizia, en plena conversación, antes  del acto institucional del Día mundial de lucha contra el cáncer, ayer, en Madrid. |  // J.J.GUILLÉN/EFE

Yolanda Díaz, Ramón Reyes (presidente de la AECC) y la reina Letizia, en plena conversación, antes del acto institucional del Día mundial de lucha contra el cáncer, ayer, en Madrid. | // J.J.GUILLÉN/EFE / Nieves Salinas

Nieves Salinas

El riesgo de estar en desempleo es un 34% mayor en los supervivientes de cáncer. Tanto que más de 22.400 personas diagnosticadas en 2023 se encontraba en una situación laboral vulnerable: 8.685 en paro (5.408 con prestación y 3.277 sin prestación) y 13.722 eran autónomos. Son datos, muy crudos, que la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) puso ayer sobre la mesa en un acto institucional presidido por la reina Letizia que cerró la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.

Con motivo del Día Mundial del Cáncer (el 4 de febrero), la AECC organizó un encuentro en el que se puso el foco en los problemas que tienen las personas que enferman de cáncer en el entorno laboral. En un escenario muy concreto: el aumento de la tasa de incidencia, por un lado, y, también, de la supervivencia a la enfermedad. En España, el 38% de las personas diagnosticadas con cáncer está en edad laboral (110.000 pacientes), pero la realidad es que un 28,4% afirman haber perdido o dejado el trabajo tras ese diagnóstico. La Reina, presidenta de honor con carácter permanente de la AECC y de la Fundación Científica de la entidad, abrió el acto, llamando la atención, precisamente, sobre la necesidad de que las personas que padecen la enfermedad —que, dijo, se debe abordar de manera “integral”— se sientan apoyadas por su entorno, pero, también, por parte de sus empresas.

La reducción del 25% de la nómina en las incapacidades temporales y el largo periodo de las mismas a causa de la enfermedad hacen que muchos pacientes se encuentren en una situación económicamente vulnerable. El cáncer provoca un coste económico al 41% de las familias superior a 10.000 euros durante la enfermedad, lo que aboca a muchas personas a la exclusión social. Un problema de enorme calado en un país donde cada año 295.000 personas reciben un nuevo diagnóstico.

“Está en nuestras manos poner en marcha todas las medidas posibles para que las personas con cáncer que lo quieran, puedan reincorporarse más fácilmente a su trabajo, eliminando posibles obstáculos como la estigmatización o la discriminación”, señaló en su intervención el presidente de la AECC y la Association European Cancer Leagues (ECL, por sus siglas en inglés), Ramón Reyes.

Reyes realizó un llamamiento a todos los actores sociales para que se unan y reducir ese impacto laboral en los supervivientes, más de 2,2 millones de personas en España. Sobre la mesa, las secuelas físicas y psicológicas que impiden la reincorporación inmediata al puesto de trabajo o retomar las funciones habituales. También, los largos periodos de inactividad que dificultan esa vuelta a la rutina o la necesidad de buscar un nuevo empleo.

Los efectos secundarios de los tratamientos, los ingresos hospitalarios o la asistencia a las citas médicas, la disminución de ingresos (económicos) por la incapacidad temporal, la falta de información sobre derechos y recursos o las alteraciones de la imagen corporal y la autoestima son algunos de los escollos a los que a los que se enfrentan los supervivientes en la vuelta al trabajo, se subrayó en un encuentro en el que participaron pacientes, responsables de asociaciones o sindicatos. “Se debe empezar a concienciar a todos los agentes sociales y trabajar para proteger la salud laboral de todas las personas”, advirtieron los ponentes.

El acto fue clausurado por la vicepresidenta segunda del Gobierno, quien agradeció a la Reina “su sensibilidad social en esta y otras causas”. El cáncer no es solo un problema de salud, dijo la ministra, es sobre todo social, “de la sociedad en su conjunto”. Los factores sociales, económicos y ambientales afectan al diagnóstico y calidad de vida de quienes padecen la enfermedad dijo la ministra, que incidió en la importancia de la prevención cuando es un cáncer de origen laboral.