Prestaciones

El rostro actual del ingreso mínimo vital: mujer, española y de 45 años, que recibe una media de 500 euros

El Instituto Nacional de la Seguridad Social publica por primera vez el número de prestaciones activas en el momento

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz.

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz. / EFE

María G. San Narciso

Mujer, española y de 45 años. Ese es el perfil de la persona beneficiaria del Ingreso Mínimo Vital (IMV), la prestación dirigida a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social, este mes de febrero. Además, recibe de media unos 500 euros, tal y como se desprende de la estadística que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) acaba de publicar, por primera vez, con el número de prestaciones activas en el momento.

Así, se ha podido ver que la prestación ha llegado en febrero a 557.405 hogares en los que viven cerca de 1,7 millones de personas, con una cuantía media de aproximadamente 500 euros por hogar. En concreto, de los datos publicados este jueves se concluye que dos tercios son mujeres (el 66,6%). Además, el 82,3% del conjunto de titulares son de nacionalidad española y su media de edad se sitúa en los 45 años.

En una gran proporción, las unidades de convivencia son hogares con menores: hasta el 66,1% cuentan con uno o más entre sus componentes (368.672). Entre ellos, hay 98.315 hogares monoparentales.

Mujeres y menores

En cuanto al perfil del conjunto de beneficiarios en el mes de febrero, en el que se incluyen tanto los titulares como el resto de los integrantes de su unidad familiar, el 53,5% son mujeres y muchos menores: 688.794 de los beneficiarios (41,3%) tienen menos de 18 años, de los cuales hay 183.690 niños por debajo de los cinco años. La edad media de los beneficiarios es de 28,1 años. En este aspecto, el Ministerio de Inclusión, Seguridad y Migraciones destaca la relevancia del complemento de Ayuda para la Infancia (API), que este mes ha llegado a 376.330 hogares, y que supone una ayuda de 115 euros por hogar al mes en el caso de niños de 0 a 3 años; de 80,5 euros al mes por cada niño entre 3 y 6 años y de 57,5 euros al mes por cada menor de entre 6 y 18 años.

Además, resaltan que en el último año se ha producido un "aumento considerable tanto del número de hogares como de beneficiarios del IMV, que suman el titular y las personas que forman parte de su unidad de convivencia". En el caso de los hogares, lo reciben 122.368 más que hace un año, lo que representa un incremento del 28% respecto a febrero de 2023, mientras que el número de beneficiarios presenta una variación interanual de cerca del 35%, con 430.519 beneficiarios más. En total, desde junio de 2020, el Ingreso Mínimo Vital ha llegado a 773.654 hogares y beneficiado a las 2.279.440 personas que formaban parte de ellos, en buena medida niños, niñas y adolescentes (son el 43,45%).

Fuentes del ministerio indican que en el periodo de 2020 -cuando se dio luz verde a la prestación-, a 2024 han entrado y salido familias del paraguas del IMV. La mayoría de los hogares que han dejado de percibirlo, añaden, es por haber superado los ingresos. "El objetivo de esta prestación es que la reciba quien está en situación de vulnerabilidad pero es una prestación viva: si la situación de los beneficiarios mejora, dejan de necesitarla", aseguran.

Nueva etapa

La publicación de las nuevas estadísticas responde al Plan Integral de Accesibilidad al IMV que la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, anunció este lunes 26 de febrero durante el evento IMV: una política más viva que nunca. Uno de los tres pilares del mismo es la transparencia, además de la agilización de los procesos y de "una cercanía y accesibilidad que incluye desde una revisión de la página web y de los formularios de solicitud de la prestación, hasta la puesta en marcha de un número corto para el IMV -el 020- de cara al verano que llevará aparejado un aumento del 40% de la plantilla del INSS".

Porque la lentitud y la falta de información está provocando que la prestación no llegue a una parte importante de las personas que podrían verse beneficiadas de ella. Octavio Granado, ex secretario de Estado de Seguridad Social, y el equipo del Laboratorio de Políticas Públicas de la Fundación Alternativas, destacan en una publicación, en la que evalúan los tres primeros años de esta ayuda, que es "innegable que los procedimientos, desde el principio, provocaron cuellos de botella" en las solicitudes que tildan de "inaceptables". "La inadmisión a trámite de las solicitudes, pensada para no colapsar la administración, ha dejado a personas fuera de la prestación", indican.

Además, señalan que "para los demandantes existe un problema de información ('no conozco la prestación'), de percepción ('la prestación no es para mí'), de interpretación ('no cumplo los requisitos para recibir la prestación'), de aversión al control ('van a privarme de otros ingresos por recibir este'), de costes o problemas asociados ('no conozco dónde solicitarlo, no puedo pagar gastos de transporte necesarios…', etcétera".

Según un informe de FOESSA, hasta el 40% de los potenciales beneficiarios no tenían información clara sobre este recurso y el 50% no había solicitado la prestación. Por eso, el objetivo del Gobierno ahora es llegar a mucha más gente: "Queremos eliminar barreras y acercarnos a los hogares en riesgo de exclusión", aseguró en la jornada del lunes la ministra Elma Saiz, añadiendo su compromiso a "redoblar esfuerzos para llegar allá donde no estamos llegando".