Sube el consumo de éxtasis

Es uno de los componentes, junto a la ketamina, del tusi o cocaína rosa, sustancia ahora de moda en los contextos de ocio

P.M.

El consumo de MDMA (o éxtasis) volvió a aumentar en 2023 después de años en los que apenas se registraron casos de intoxicaciones. El MDMA es una droga muy vinculada a los entornos de ocio y durante la pandemia su consumo descendió. Ademas, los médicos están viendo más pacientes intoxicados por MDMA por el boom de la cocaína rosa (o tusi), una mezcla de MDMA y ketamina (un tipo de anestésico alucinógeno). En algunos casos lleva también cafeína.

El año pasado, la Unidad de Toxicología del Hospital Clínic de Barcelona detectó éxtasis en el 23% de los casos analizados. Es decir, de las 449 muestras de orina estudiadas, encontraron esta droga en un total de 102. En 2020, el porcentaje de éxtasis fue del 17%. En 2019, del 29%. “Empezamos a ver un repunte de esta droga en 2022 y 2023. Es una sustancia que se usa en entornos de ocio, para la socialización, pero es peligrosa”, advierte el coordinador de la Unidad de Toxicología del Clínic, el doctor Emilio Salgado.

Festivales de música

El éxtasis tiene efectos en el sistema cardiovascular y cerebrovascular. “De las 11 personas que atendimos y murieron el año pasado en esta unidad [más de 2.000 casos], dos fallecieron por MDMA”, añade. Salgado subraya que se están viendo “más casos de MDMA” porque “se ha puesto de moda” el consumo de la cocaína rosa, conocida como tusi. Esta fue la sustancia que mató al menor de la localidad de Getafe (Madrid) en febrero, después de que la ingiriese con una bebida energética.

“El aumento del consumo de MDMA lo veremos ahora en primavera con los festivales de música —apunta Salgado—. Pero es cierto que estamos detectando más MDMA porque forma parte de la cocaína rosa, nunca había habido tanta oferta de cocaína rosa como ahora”. Esta sustancia, según el médico, es una “novedad” en los contextos de ocio. Y este, dice, es “el principio de su marketing”. Advierte, además, de que muchas veces la persona compra una “sustancia X” que luego resulta ser “Y”. “Y demasiado a menudo ni el productor ni quien lo vende ni quien lo consume sabe la concentración ni el principio activo. Ese es el problema”, avisa Salgado.

Preocupante “pureza”

Energy Control, el programa de reducción de riesgos de drogas recreativas que forma parte de la Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD), expresa su preocupación por la “pureza” del MDMA. “Hay comprimidos con concentraciones bastante elevadas. Es una dinámica que venimos viendo en los últimos años”, explica Claudio Vidal, director de Energy Control. Si antes las pastillas llevaban unos 80 miligramos de MDMA, ahora la concentración media es de 160 miligramos. “Esto hace que aumenten los riesgos si no se dosifican bien. Tomar un comprimido entero ahora mismo es una imprudencia”, añade.

Según Vidal, además, “nunca antes había habido tanta gente tomando ketamina como ahora”, a causa de la llegada de la cocaína rosa. Y también alerta de que otra droga con mucha más pureza es la cocaína. “En un gramo, hay en torno a un 65% de cocaína. Ha bajado la adulteración y ahora los efectos son más intensos, muy preocupante para quien tome cantidades altas”, cuenta Vidal.