Las autonomías piden a Sanidad más tiempo para estudiar el plan antitabaco y mejorarlo

El Ministerio propone prohibir fumar en los coches cuando haya niños, liberar de humo las terrazas y las marquesinas de autobús y aumentar los impuestos, entre otras medidas

La ministra de Sanidad, Mónica García, ayer, en el Senado. |   // G. VALIENTE

La ministra de Sanidad, Mónica García, ayer, en el Senado. | // G. VALIENTE

N. Salinas/M.G. Triñanes/G.F.B.

La ofensiva antitabaco del Ministerio de Sanidad llegó ayer a la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS). Por ahora, sin consenso. Según informan fuentes del departamento que dirige Mónica García, el documento no se sometió a votación porque las comunidades autónomas han pedido más tiempo para estudiarlo. En ese sentido, añaden, el texto se abordará en una reunión monográfica de la Comisión y las regiones harán sus aportaciones.

En el seno de la Comisión de Salud Pública, ayer, Sanidad presentó a las comunidades autónomas el denominado Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027 que contempla líneas generales de actuación —que deberán después concretarse en una futura reforma de la ley antitabaco—, como prohibir fumar en los coches cuando haya niños o ampliar los espacios libres de humo como terrazas de bar o marquesinas de autobús, un mayor control del tabaco electrónico y una subida de impuestos al tabaco. Un documento que, tal y como explicó Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, muy pronto esperan poder presentar al pleno del Consejo Interterritorial para que, por fin, salga adelante. Ayer mismo, la ministra de Sanidad, Mónica García, mostraba su confianza en llegar a un “consenso” para conseguir “ser un país libre de tabaco”.

“Espero que salga un consenso para ser un país libre de tabaco, libre de espacios con humo y que podamos conseguir que la siguiente generación sea una generación libre de humo”, decía García en los pasillos del Senado, donde compareció ante la Comisión de Sanidad. Finalmente, el consenso no se ha alcanzado, al menos por el momento.

El borrador del Plan Integral se compone de cinco metas y 22 objetivos encaminados a reducir el consumo de tabaco en España. Entre ellos, destaca la intención de equiparar los vapeadores a los cigarrillos convencionales, porque los primeros “intentan hacer un lavado de cara del consumo de nicotina” y resultan “especialmente” atractivos para la juventud al dar “una imagen más tecnológica y transmitir la sensación de que disminuyen el riesgo para la salud”.

La estrategia propone “equiparar su promoción y publicidad a la de las formas de consumo más tradicionales” y regular la venta y consumo tanto de los dispositivos que utilicen líquidos, cartuchos o recambios de nicotina como los que no, ya que estos últimos son “la puerta de entrada al consumo de tabaco y la adicción posterior”. Entre las medidas, destaca las acciones contra los vapeadores, que presentan los nuevos productos del tabaco como un elemento de reducción de daños y que Padilla considera una “una puerta de entrada a jóvenes a formas más lesivas de tabaquismo, generando adicción y el enganches físico, psíquico y comportamental”. En estos días, el secretario de Estado ha asegurado que si se consideraran que “elementos de reducción de daños se podrían regular como productos sanitarios de probada evidencia y limitar su dispensación bajo prescripción y dispensación en farmacia”.

Desde entidades como la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el miércoles se pronunciaban ante la reunión de la Comisión de Salud Pública y el abordaje del Plan de Prevención y Control del Tabaquismo que ha trasladado a Sanidad. “Desde la Asociación resaltamos la importancia de implementar medidas efectivas para reducir el acceso de los jóvenes al tabaco y a los vapers”, indica la AECC.

Por su parte, entidades como la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) ya se han mostrado favor de incluir en el Plan medidas para encarecer el precio del tabaco mediante una subida de impuestos, así como de prohibir fumar y vapear en determinados espacios comunitarios y sociales al aire libre, y en espacios privados en presencia de menores.

Reacción de la hostelería

La postura de la hostelería gallega acerca de la posible prohibición del humo del tabaco en las terrazas de sus locales es radical: “Estamos totalmente en contra”. Quien así se pronuncia es Cheché Real, presidente de la Confederación de Hostelería y Turismo de Galicia, que considera que vetar el tabaco en los espacios exteriores de sus establecimientos “supone la creación de un conflicto donde nunca lo hubo”.

Cheché Real cuestiona que estas medidas busquen contribuir a reducir el consumo de tabaco. “Es que podrían prohibir su venta directamente, pero eso no interesa porque supone unos ingresos muy importantes para el Estado”, apunta. En este sentido, cabe destacar que las ventas de tabaco en enero de 2024 —último dato disponible en la web del Ministerio de Hacienda— crecieron en Galicia un 10% con respecto al mismo mes del pasado año, hasta superar los 54 millones de euros, cuando la carga impositiva supone ya el 70% del coste de una cajetilla.

La gratuidad de los preservativos que plantea el Gobierno beneficiaría a más de 200.000 gallegos

El Ministerio de Sanidad puso ayer sobre la mesa la posibilidad de que los preservativos sean gratuitos para frenar el aumento de las infecciones de transmisión sexual (ITS). La medida abarcaría a los jóvenes de edades comprendidas entre los 14 y los 22 años, lo que significa que 211.175 gallegos (según los datos publicados por el Instituto Galego de Estatística a finales del pasado año) serían beneficiarios potenciales de esta iniciativa. La distribución se haría efectiva a través de las farmacias y con la tarjeta sanitaria. La elección de las franjas de edad planteadas responde a criterios de “poder adquisitivo” y “tasas de ITS”, explican desde Sanidad. Asimismo, García indicó que se trata de población que “en principio, estudia y no trabaja”, en relación a su capacidad de poder adquirir profilácticos para desarrollar prácticas sexuales de manera segura. Desde el sector de los farmacéuticos han recibido esta propuesta de manera positiva y ofreciendo su “máxima colaboración” en esto como “en cualquier iniciativa que se ponga en marcha en el ámbito de la salud pública”, en palabras de Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos. Además, Aguilar destacó “el potencial” de la red de farmacias, con 22.000 establecimientos por toda España, de los cuales 1.383 se encuentran situados en Galicia. “No vienen a las asociaciones siendo anónimo el proceso, no creo que vayan a las farmacias con la tarjeta en mano”, afirma Cándida Álvarez, presidenta de la Asociación Gallega para Afectados del VIH (Agavih), ubicada en Vigo. Álvarez recibe la medida de “manera positiva”, pero recuerda que “se deja fuera a gran parte de la población”.