El alumnado gallego de la privada llega con 3 décimas más a la ABAU que el de la pública

El expediente de Bachillerato de los institutos de pago roza el 8 | En la ‘selectividad’, el desempeño es también superior y eso se traslada a una nota de acceso más elevada

C. Villar

Solo quedan dos meses para la celebración de la última ABAU (Avaliación de Bacharelato para o Acceso á Universidade) con un formato que multiplica las opciones heredado de la pandemia, aunque adaptado al nuevo currículo de Bachillerato de cara a la elección de Historia de la Filosofía e Historia de España en la fase general. Si los porcentajes del pasado año se mantienen, en torno al 73% de los 16.000 estudiantes matriculados ahora mismo en 2º de Bachillerato acudirá a la prueba en junio. Una vez superada, el expediente con el que llegan del instituto es el que determina en mayor medida, un 60% frente al 40% de la calificación obtenida en el examen, qué nota de acceso sacarán. Y en ese expediente influye si el alumno es chico o chica, porque ellas sacan notas superiores, pero también la titularidad del centro educativo en el que el candidato ha estudiado, con ventajas a favor de la privada.

Así lo permiten constatar los datos recopilados por el Ministerio de Universidades que examinan los resultados de los preuniversitarios en la selectividad de 2023. Según la estadística gubernamental, los jóvenes gallegos llegan a la ABAU con una media general de 7,68 de su periplo por Bachillerato. En el caso del alumnado formado en centros privados, que en Galicia constituyen casi uno de cada cinco inscritos en 2º de Bachillerato según las estimaciones de la Consellería de Educación para este curso, la media es de 7,94, frente, 0,33 puntos más que el 7,61 de los que se forman en centros públicos.

El mejor desempeño del alumnado procedente de la privada, una minoría en los inscritos, se mantiene en la propia prueba. Si los que obtienen un apto en la fase general sacan de media en Galicia un 6,55 —un dato que los coloca en el penúltimo puesto en rendimiento entre las comunidades—, la brecha entre estudiantes de la pública y la privada es muy similar a la que traían del instituto, con 0,25 puntos a favor de los aspirantes procedentes de la enseñanza privada, que logran una media de 6,75, frente a la de 6,5 en los preuniversitarios educados en la enseñanza pública. En todo caso, el puesto de Galicia casi no varía: la media de la pública sitúa a Galicia de antepenúltimos y la de la privada, de penúltimos.

Esas dos calificaciones, sin incluir los resultados en la parte voluntaria que permiten sumar hasta cuatro puntos más a quienes aspiran a carreras donde la nota de corte es muy elevada, son las que conforman la nota de acceso y la diferencia entre pública y privada se mantiene en 0,3 puntos: 7,53 en la privada frente a 7,23 en la pública.

Sobresalientes

Si lo que se analizan las calificaciones más elevadas, el esquema se repite en los tres casos: instituto, examen de la fase general y nota de acceso. De ese modo, si casi un 18% del alumnado gallego es capaz de resumir su paso por el instituto con un sobresaliente (nota entre 9 y 10), en la pública el porcentaje se rebaja al 15,7% y en la privada sube hasta casi un 26 por ciento, un 65% más. En la ABAU la diferencia se reduce: los sobresalientes de quienes estudian en un centro de pago suponen un 4,73% y un 3,4% entre el alumnado de colegios públicos. En la nota de acceso los mejores expedientes en la privada son un 75% más: 14,95% frente a 8,5%.

Esa situación no es exclusiva de la comunidad gallega. Los datos de Universidades muestran la misma dinámica en el conjunto del Estado: los alumnos de la privada no concertada llegan del instituto con 0,28 puntos más que los de la pública, sacan 0,3 puntos más en la fase general de la ABAU y la divergencia en la nota de acceso es bastante similar a la gallega, de 0,28 puntos. Al indicar los datos para España, el Gobierno incluye los resultados de los centros privados concertados, una opción que no existe en Galicia, pero estos se quedan por debajo de los privados.

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