Un asalto que se fue de las manos, probable origen del triple crimen de Chiloeches

Los varones detenidos, ambos españoles, tienen numerosos antecedentes por robos y estafas

Uno de los detenidos, conducido por la Guardia Civil.

Uno de los detenidos, conducido por la Guardia Civil.

David López Frías

“Lo que no pasa en Las Vegas, pasa en Pioz”, dice con sorna una de las cinco mil habitantes de ese pequeño municipio de la provincia de Guadalajara. Porque ahí tuvo lugar uno de los crímenes más sangrientos de la crónica negra española reciente: el 17 de agosto de 2016, el brasileño Patrick Nogueira descuartizó a su tío, a la esposa y a los dos hijos de la pareja. Ahora, el nombre de Pioz vuelve a estar en las páginas de sucesos por otro crimen múltiple.

La Guardia Civil detuvo a tres personas residentes en el municipio. Todas ellas, próximas al exnovio de Laura Villar Fernández, una de las tres personas asesinadas la noche del viernes en su casa de la urbanización Medina Azahara, en el término municipal de Chiloeches. A sólo 15 minutos de Pioz. Junto a Laura, de 22 años, perecieron en el suceso por heridas de arma blanca sus padres, Ángel y Elvira, ambos de 52 años.

Los agentes del Instituto Armado detuvieron a David M.A y Fernando P.S, dos vecinos de Pioz de 24 y 23 años, por su relación con el triple crimen. Ambos son amigos del exnovio de Laura, cuentan con antecedentes penales y habrían provocado un incendio en la casa después de apuñalar a la familia. También fue arrestada a una mujer de nacionalidad venezolana, que sería la pareja sentimental de Fernando. Ambos residían en un chalet ocupado en Pioz.

“El que está por aquí suelto es Cristian”, explicaban los vecinos de Pioz a los periodistas. Cristian es el exnovio de Laura y sobre él recayeron todas las sospechas, porque tenía una orden de alejamiento de la chica. Tiene 23 años y antecedentes por robo con fuerza y estafa.

Pero Cristian está en libertad, porque no estuvo presente en la casa de Chiloeches la noche del viernes. El que sí que está detenido es su primo David. Ambos subían publicaciones juntos a redes autodenominándose “La Mafia de Pioz” y mostrando sus habilidades en K1, el arte marcial que practicaban.

La detención de David no sorprendió a nadie en Pioz. De familia desestructurada, residía con sus abuelos en un domicilio de Pioz. Son varios los vecinos que aseguran haber sido robados por el joven. Junto a su primo, el otro ‘mafioso’ de Pioz, estafaron a un vecino del municipio al que le levantaron unos 7.500 euros con el robo de una tarjeta de crédito.

El otro detenido es Fernando P. S. Fuentes de la investigación le sitúan como autor material del suceso. “Fue con mi hija al instituto y era una bellísima persona, como su familia, que es de aquí de toda la vida”, explica la propietaria de un bar del pueblo. Sin embargo, la lista de antecedentes de Fernando, nacido en 1999, es aún mayor que la de sus compañeros: a los de robo con fuerza y estafa se le unen delitos contra la intimidad, conducción sin carné, desobediencia y resistencia a la autoridad, según apuntan fuentes cercanas a la investigación.

Fernando convivía en el municipio, según algunos vecinos, en un inmueble ocupado junto a la tercera detenida: una venezolana de 25 años con la que mantenía una relación desde que la conoció en un club de Cabanillas del Campo, a 30 kilómetros de Pioz.

Los dos varones pararon el viernes por la noche en un bar de Loranca de Tajuña a pagar unas copas que habían dejado a deber. Tras esa parada, se dirigieron a la urbanización Medina Azahara con la intención de asaltar un chalet. Lo intentaron, sin éxito, en varios inmuebles, Al final decidieron dirigirse a casa de los Villar Fernández.

Ángel Villar, el padre de familia asesinado, tenía 52 años y trabajaba en una empresa de cristales de Azuqueca de Henares (Guadalajara). Un tipo alto, corpulento y también experto en artes marciales, en su caso el taekwondo. Elvira, su esposa, también tenía 52 años y desempeñaba un cargo en una empresa farmacéutica. Su hija Laura, peluquera de formación, se encontraba con ellos en el inmueble esa noche. El cuarto miembro de la familia, su mellizo Yeray, se encontraba fuera porque había salido de fiesta.

La principal hipótesis de la investigación es que los dos varones sabían que esta familia contaba con una posición económica desahogada, porque conocían a Laura desde que la chica tuvo la relación sentimental con Cristian, el primo de David. Se metieron en casa de los Villar Fernández creyendo que la casa estaría deshabitada esa noche.

Pero en la casa había gente. La familia fue atacada con un arma blanca y creen fuentes de la investigación que el autor material fue Fernando, que los habría asesinado al ser reconocido por la familia. Tras el triple crimen, los jóvenes habrían provocado un incendio y habrían huido.

La Guardia Civil encontró en los registros varias joyas presuntamente robadas a la familia asesinada.