La acusada de matar a su marido en Monfero asegura que era un suicidio doble acordado

Afirma que su pareja le aseguró que quería morir al perder capacidades ya un año antes del deceso | La Fiscalía considera que lo asesinó, y le pide 26 años de cárcel

La acusada de matar a su marido en Monfero, en una intervención de este miércoles. |   // CABALAR/EFE

La acusada de matar a su marido en Monfero, en una intervención de este miércoles. | // CABALAR/EFE / Agencias

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La septuagenaria acusada de matar a su marido enfermo de alzhéimer en julio de 2021 en Monfero (A Coruña) alegó que iba a suicidarse junto con él “de mutuo acuerdo” y ha dicho que el hombre era plenamente consciente de lo ocurrido, pues ha negado la demencia. La sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido la segunda sesión del juicio por este supuesto asesinato ocurrido el 19 de julio de 2021, cuando la acusada tenía 68 años y la víctima 75.

La tesis de la Fiscalía es que le dio pastillas para asesinarlo cuando él tenía alzhéimer, si bien la defensa sostiene que no padecía esa enfermedad y que lo ocurrido fue un suicidio doble consciente y pactado, que en el caso de ella no se materializó porque recibió atención médica. Califica los hechos de asesinato y pide una pena de 26 años de prisión, con la atenuante de arrebato u obcecación y la agravante de parentesco. A su juicio la mujer tomó la decisión de acabar con la vida de su marido “de forma unilateral” y rechaza que existiese un pacto de suicidio.

En su declaración en último lugar, la acusada ha manifestado que su marido le había dicho en febrero de 2020 que cuando perdiera las fuerzas, se iría: “No me dijo que se mataba, pero yo le entendí perfectamente lo que quería decir. Me lo dijo clarito, clarito, clarito como se lo estoy diciendo. Yo interpreté que se quería suicidar”, aseguró la mujer.

Días después confirmó con él sus intenciones y le dijo: “Si tú te vas yo me voy contigo porque la vida sin ti para mí no tiene sentido”, expresó la acusada. Durante más de un año, según ella, tuvo problemas de habla, pero que no afectaban a otras capacidades, por lo que ha defendido que comprendía todo lo que ocurría, si bien “tenía mucha angustia” por no poder expresarse.

Al final, una noche él le confirmó que quería tomar los medicamentos y los repartieron entre ambos para ingerirlos por separado y a partes iguales antes de quedar “abrazados” hasta que él falleció y ella esquivó la muerte al recibir atención médica, pues había tomado las pastillas más tarde y tenía más fortaleza física. “Fue de mutuo acuerdo”, insistió, al tiempo que negó que él fuese agresivo con ella, como manifestó el miércoles una de las testigos.

Una médica, por su parte, ha apuntado a la existencia de demencia, confirmada por la forense que realizó la autopsia que, además, ha hablado de una “muerte violenta u homicida”. Otra forense ha asegurado que la acusada habría muerto “de no haber sido atendida a tiempo” ya que tomó los mismos medicamentos. Una neuróloga propuesta por la defensa, en cambio, no ve compatible con alzhéimer lo ocurrido, sino solo un deterioro del lenguaje.

Los hijos niegan el alzhéimer

En la jornada previa, los hijos de la pareja coincidieron en asegurar que su padre no padecía alzhéimer sino que tenía problemas para hablar, que hacía vida normal y que incluso a uno le manifestó su intención de morir. Frente a esto, la médica que atendió a la acusada aquella noche dijo que ella manifestó que le había dado pastillas a su marido.

La enfermera que luego tramitó su ingreso en el hospital también apuntó a que fue la procesada quien indicó “que había matado a su marido” al darle pastillas, lo que reflejó en el parte. La psiquiatra que la atendió incidió en el “duelo por la pérdida” mostrado por la acusada tras aquellos hechos. Al juicio le restan las conclusiones de las partes y la entrega del objeto del veredicto al jurado popular para que delibere.