SALUD MENTAL

Psiquiatras arremeten contra la intención de Sanidad de reducir la prescripción de fármacos para trastornos mentales

"¿Se imaginan a una ministra de Sanidad compartiendo que los fármacos que tiene aprobados su ministerio matan?", critican

Una mujer muestra fármacos ansiolíticos.

Una mujer muestra fármacos ansiolíticos. / ELISENDA PONS

María G. San Narciso

El Ministerio de Sanidad se ha propuesto trabajar en esta legislatura para que en España se tomen menos medicamentos como antidepresivos, ansiolíticos o antipsicóticos. Por ello, tal como ha anunciado la ministra Mónica García, su departamento desarrollará una guía para profesionales sanitarios sobre "deprescripción de psicofármacos". Lo hará a través del recién creado Comisionado de Salud Mental, en cuyo acto de presentación de este miércoles, y en alusión a ellos, la ponente Silvia Garcíaformadora y asesora en salud mental y discapacidad, aseguró que "los tratamientos farmacológicos a largo plazo matan".

Lo hizo en una intervención que aplaudió la propia ministra para molestia de psiquiatras que escucharon, incrédulos, cómo se afirmaba que "los tratamientos farmacológicos a largo plazo matan porque se sabe que las personas con diagnóstico psiquiátrico medicadas tienen unos veinte años menos de vida". "Hay que dejar de medicalizar el sufrimiento por sistema. Eso no significa que en un momento dado un fármaco pueda ser útil, pero no se puede tener a una persona 40 años medicalizada. Porque, como dice la psiquiatra Marta Carmona, la polifarmacia mata. Los problemas de salud no son crónicos, los hace crónicos el sistema de salud mental al no ofrecer espacios de palabras a las personas", añadía.

"Hay una realidad, y es que las personas con trastorno mental grave viven de media 15 años menos que la población general. Estamos hablando de personas con esquizofrenia, autismo, trastorno bipolar, etcétera", asegura el psiquiatra Celso Arango, presidente de la Comisión Nacional de Psiquiatría del Ministerio de Sanidad, y uno de los profesionales que atendió a la presentación. Si tienen más esperanza de vida -asegura- es precisamente por tomar la medicación, según demuestran "muchísimos estudios".

Por eso, el también director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental y jefe del Servicio de Psiquiatría del Niño y Adolescente del Hospital General Universitario Gregorio Marañón opina que el hecho de que "en sede del Ministerio de Sanidad, delante de la ministra y con su aplauso, se pueda decir que estos fármacos matan, es como para llevarlos al juzgado". Sobre todo, añade, cuando son medicamentos indicados en el propio ministerio por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, tanto por "su evidencia como por su eficacia". "No es solo que estén en la cartera de servicios, es que los reembolsan por completo", prosigue.

"Politización de la salud mental"

Belén González, la responsable del Comisionado de Salud Mental, también habló de los trastornos en su presentación. Lo hizo para explicar que "a veces tenemos la sensación de que hay dos tipos de trastorno mental: el que nos ocurre a la gente normal, y que forma parte de la cotidenidad", "por cuestiones de la vida", y otro que es "el trastorno mental grave, como el trastorno bipolar, el trastorno límite de personalidad o el autismo". Ambos, indicó, tienen "como dos vías distintas": "Uno por lo social y otro que no sabemos muy bien si es por genética o por un rayo que te cae".

Sin embargo, añadió, "lo que subyace al trastorno mental grave o al común, en el que nos podemos ver reflejados la mayoría, es lo mismo. Es lo que hay ahí afuera: los abusos sexuales en la infancia, la precariedad, que tus padres no estén ahí para darte un abrazo y reforzarte. Es salir a un mundo de absoluta incertidumbre, es precariedad laboral, maltrato, violencia o que te den una paliza a los 16 años por ser gay. Esto subyace a todo el trastorno mental". Por eso, aseguró, uno de los objetivos del Comisionado es poner el acento en esto, para conseguir que cualquier persona que llegue a un servicio de salud mental del SNS sea atendida respetándose sus derechos humanos y civiles.

Para Sanidad, es crucial abordar la "epidemia de malestar psíquico" que hay en España teniendo en cuenta que "su origen está en problemas sociales". Y ocurre, pero no con todo. Por eso Arango pide que no se metan todos los problemas y trastornos en el mismo saco. "Los trastornos mentales graves tienen una heredabilidad mayor que el cáncer de mama o el de colon. Los factores sociales son factores de riesgo, pero en un porcentaje muy pequeño", asegura el psiquiatra, que considera que este discurso se debe más a la "politización de la salud mental" que a la evidencia. A modo de ejemplo, explica que en Suiza y en otros países ricos hay la misma prevalencia de autismo, esquizofrenia y trastorno bipolar que en países con un PIB per cápita mucho más bajo ,como Cuba o Venezuela.

¿Fin del electroshock?

Silvia García también pidió en su intervención la eliminación de la terapia electroconvulsiva o electroshock, conocida como TEC, algo que también critica Arango. "Cómo se va a prohibir si está aprobada e indicada por el ministerio. Los residentes de este país tienen a día de hoy la obligación de tener competencias en su administración", afirma. Y lo mismo en el resto de países europeos.

El electroshock es un procedimiento que se lleva a cabo con anestesia general y que consiste en pasar pequeñas corrientes eléctricas a través del cerebro, de forma que se desencadene una convulsión breve. Pese a ser "uno de los tratamientos que en el campo de la psiquiatría y probablemente de toda la medicina más juicios de valor y calificativos ha recibido", a día de hoy "sigue siendo considerado controvertido pero seguro y eficaz, longevo y vigente", tal y como se expone en el editorial 'Dignificando una terapia electroconvulsiva basada en la evidencia' publicado en la Revista de Psiquiatría y Salud Mental. En él hablan, por ejemplo, de su

Por eso cree que "el riesgo de este tipo de mensajes a científicos en contra de toda la evidencia", como que las personas con trastorno mental grave tratadas con psicofármacos se mueren antes, "es más propio de vendedores de crecepelos o sectas acientíficas que de quienes dicen que van a luchar contra la pseudocienca". "¿Se imaginan a una Ministra de Sanidad compartiendo que los fármacos que tiene aprobados su Ministerio matan", preguntaba en su cuenta de X. La intención de deprescripción, lamenta, solo está en Psiquiatría.