Los nuevos contratos de atención en el hogar superan ya los 23 euros por hora

El coste del SAD se duplica en cinco años por la inflación y las subidas salariales E Los concellos piden a la Xunta más fondos

Una cuidadora del SAD de A Coruña peina a una mujer dependiente. |   // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA

Una cuidadora del SAD de A Coruña peina a una mujer dependiente. | // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA / DAniel Domínguez

Daniel Domínguez

Más horas de servicio y precios más caros por la inflación y la obligación de incluir subidas salariales para el personal cuidador. Estas circunstancias amenazan las cuentas de decenas de ayuntamientos, cuya patronal, la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), ya ha urgido un encuentro con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, para abordar cuestiones vinculadas a su infrafinanciación y competencias impropias. El servicio de ayuda a domicilio (SAD) figura como una de las grandes prioridades, pues los nuevos contratos firmados ya superan la barrera de los 23 euros por hora, en algunos casos el doble que hace cuatro o cinco años.

Santiago acaba de licitar el nuevo contrato de SAD por 22,7 euros sin IVA, un precio similar al que Nigrán, con lo que en ambos casos les costará por encima de los 23 euros, una tónica generalizada en las nuevas licitaciones. “Por los informes económicos de contratos que aún no fueron adjudicados, parece que todos se moverán en esas cifras”, apuntan fuentes municipales.

El SAD es un servicio consistente en una cuidadora —es un sector feminizado casi al 100%— que ayuda a una persona dependiente en su propio domicilio desde a realizar tareas domésticas a incluso asearse o levantarse de la cama. El grado de dependencia del usuario determina el número de horas y tipo de servicio que recibe.

El año pasado, el Gobierno aprobó una mejora del servicio para elevar las horas de atención, con abanicos que pasan de 12 a 30 mensuales en los dependientes moderados (grado I) a una horquilla de 20 a 37; en los de grado II, pasaron de 30 a 55 a 38-64; y en los de grado III, de 55 a 90 a un espectro de 65 a 94.

Pero el principal problema del sector deriva de una sentencia de 2022 de la Audiencia Nacional que obligó a las empresas concesionarias de este sector a subir el sueldo a las cuidadoras un 6,5%, en virtud del convenio que obliga a repercutir en sus nóminas el aumento del IPC. A ello, se une el 5,7% de 2023.

Ante esa situación, muchas empresas se plantearon renunciar a contratos del SAD y otras elevaron el precio de sus servicios, lo que ha desequilibrado los balances municipales.

El SAD se financia a varias bandas. La mayor parte de la aportación corre a cargo de la Consellería de Política Social, que decidió aumentar a 12 euros por hora su inyección económica a los concellos, dentro de un plan de incremento desde los 9,7 euros/hora de 2021. Pero a los municipios les resulta insuficiente y la Fegamp reclama más fondos para un servicio que el año pasado les costó más de 200 millones de euros, incluyendo el SAD de libre concurrencia, al que acceden usuarios no dependientes.

A finales de 2022, el concello de Vilalba lamentaba el incremento de coste de esta partida, con un servicio por el que pagaban 15 euros/hora frente a los 11 de 2019. Alertaban de tener que licitarlo por 20. Los nuevos ya superan la barrera de los 23 euros.

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