El acusado del crimen de Judith estuvo en prisión por matar a su pareja

Casimiro Feijoo, en A Lama desde diciembre por robos y agresión sexual a otras mujeres, era cliente en la prostitución de la mujer hallada muerta en Porriño | Cumplió condena en Venezuela

El presunto homicida, ayer, escoltado por guardias civiles.  // G. Civil

El presunto homicida, ayer, escoltado por guardias civiles. // G. Civil / M.Fontán/m.Clavero

M.Fontán/m.Clavero

La Guardia Civil acaba de resolver un homicidio que se constituyó como todo un reto. Tras cinco meses de pesquisas, agentes de la Comandancia de Pontevedra han logrado poner por fin nombre y apellidos al supuesto autor del crimen de Judith Muñoz González, la vecina de Vigo de 37 años a la que mataron por asfixia y cuyo cadáver fue abandonado en el polígono porriñés de As Gándaras, donde fue hallado el pasado 23 de noviembre.

Se trata de Casimiro Feijoo, de 53 años, para el que ayer la jueza decretó prisión provisional sin fianza por delito de homicidio en relación con este caso, si bien este hombre, con un amplio y violento historial delictivo a sus espaldas, ya estaba en A Lama desde diciembre —desde semanas después del crimen—, donde, informa el Instituto Armado, cumple condena por robos con intimidación y agresión sexual a otras mujeres. Hasta hace unos años vivió en Venezuela, donde estuvo encarcelado en relación con el crimen de su pareja en 2010: una mujer también de nombre Yudith que murió por asfixia y cuyo cadáver fue hallado en avanzado estado de descomposición y calcinado en un terreno cerca de su casa.

En relación con el reciente crimen de Porriño, desde el penal pontevedrés precisamente fue trasladado ayer este hombre para comparecer en el Juzgado de Instrucción 3 de Porriño, donde se habría acogido a su derecho a no declarar, si bien prestó su consentimiento para la toma de muestras de ADN. La jueza acordó para él prisión provisional por esta causa por delito de homicidio. En la investigación fue clave la geolocalización de los teléfonos móviles de víctima e investigado, que finalmente los situaron juntos la noche de la violenta muerta.

Con esta detención, se confirma la que era la principal línea de investigación: que el autor del crimen sería un cliente de Judith del ámbito de la prostitución. Las fuentes consultadas señalan que el investigado era cliente habitual de la mujer y que además le debía dinero. Además, se investiga si ya la habría agredido con anterioridad al homicidio, que se sitúa la madrugada del sábado al domingo 19 de noviembre, cinco días antes del hallazgo del cadáver. Esa noche la víctima le dijo a una amiga que iba a ir a la zona de O Berbés a ejercer la prostitución y horas después telefoneó a un amigo y envió mensajes a otro contándoles que había tenido un encontronazo con un cliente que no le quería pagar. Al parecer, más tarde otra mujer la habría visto en Camiño de Redomeira, donde vivía en una vivienda abandonada, junto a una furgoneta blanca, si bien no trascendió si este vehículo tiene finalmente relación con el hoy sospechoso.

Fuentes próximas a Casimiro Feijoo relatan que era natural de Pazos de Borbén, si bien vivió muchos años en Venezuela y hace unos años regresó a España, donde estuvo en Madrid y posteriormente se trasladó a vivir a la zona de Arcade. Confirman que ingresó en prisión el pasado 5 de diciembre por otros hechos violentos y que en Venezuela estuvo también en la cárcel en relación con el crimen de su pareja, Judith Marlene Llerena Márquez, cuyo cadáver fue localizado el 26 de mayo de 2010 en el municipio Alberto Adriani del estado Mérida.

Tras las pistas obtenidas en ese caso de Venezuela, la Policía localizó a Casimiro, al que conocían como “El español”, que, según una sentencia dictada en la causa que ordenó repetir el juicio, acabó confesando ante los agentes que, tras una discusión, la asfixió “con sus propias manos”, la introdujo en un recipiente plástico en la casa y, cuando empezó a descomponerse, pidió la ayuda de un individuo apodado “El platanero”, para que se encargara de hacer “desaparecer” el cadáver. Esa persona supuestamente llevó el cuerpo hasta un terreno cercano a la casa y lo quemó con gasolina.

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