La idiosincrasia del médico joven, al habla: “Menos pacientes y más flexibilidad”

El conselleiro Caamaño reconoce la necesidad de “adaptar los puestos de trabajo” al carácter de los nuevos doctores

Facultativos gallegos de familia reclaman menos burocracia y cupos

Médicos aspirantes a una plaza MIR, durante las últimas pruebas.

Médicos aspirantes a una plaza MIR, durante las últimas pruebas. / Ricardo Grobas

E. Ocampo

“La flexibilización de horarios y la reducción de los cupos son peticiones sobre la mesa, pero si no se cambia la estructura y la gestión, es imposible alcanzarlos”, asegura, entre turno y turno, la médica de centro de salud y vocal de jóvenes médicos de familia de la Asociación gallega de Medicina Familiar y Comunitaria (Agamfec) Alba Pons. “El desprestigio que ha sufrido y sufre la Atención Primaria debe combatirse desde el ámbito político, profesional y social; sin olvidar que es fundamental su presencia en las universidades, con una asignatura propia de Medicina Familiar y Comunitaria que favorezca su visibilización y reconocimiento”, añade. Ella lo tiene claro y habla con conocimiento de causa. También, otros portavoces de sociedades y médicos jóvenes a título personal, cuya opinión ha pulsado este diario tras la invitación del conselleiro de Sanidade. Hace unos días, Antonio Gómez Caamaño abogó en la facultad de Medicina por “prestigiar” su labor y se comprometió a “mejorar” sus condiciones de trabajo: adaptar los puestos a la idiosincrasia de los nuevos facultativos. 

Reducir la burocratización crónica, para primar la labor asistencial y docente

Alba Pons

— Jóvenes Agamfec

“Dignificación”. “El primer paso para que la Atención Primaria sea atractiva es dignificarla”, indican. Ponen sobre la balanza que una buena atención en el primer eslabón del sistema sanitario reduce los ingresos hospitalarios y la mortalidad, pero también mejora la calidad y esperanza de vida. ¿Cómo? “Con un presupuesto de, al menos, el 25% del destinado a Sanidad”, dice la vocal de Agamfec. “Con gerencias propias que permitan una mejor gestión”, añade. Las nuevas hornadas de doctores gallegos proponen salarios más acordes al horario y más tiempo para consultar a los pacientes. “Prestigiar el trabajo”, es otro de los ingredientes a los que alude el presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) en Galicia, Daniel Rey: “Somos los profesionales más próximos y accesibles para los pacientes y sus familiares, tenemos un conocimiento profundo de los problemas de salud que les afectan y sabemos cómo dirigir, orientar, acompañar y curarles”. Rey espera “que el nuevo equipo de la Consellería realice los cambios necesarios para que sea una especialidad en la que muchos quieran trabajar”. “Los médicos que la conocen se enamoran de ella”, dice.

Habría que transmitir la importancia de la especialidad en las facultades de Medicina

Daniel Rey

— Presidente de Semergen en Galicia

Déficit de profesionales. Es la razón base de la propuesta de Caamaño para los centros de salud. Asociaciones como Agamfec denuncian que quedó “colgando” de anteriores mandatos. “La gestión previa no abordó la previsión de déficit de profesionales que actualmente estamos sufriendo... pero la solución no pasa sólo por aumentar el número de plazas MIR”, asegura Alba Pons.

Medicina está ligada a una mentalidad muy vocacional y hoy se busca más tiempo personal

Juan C. Piñeiro

— Vocal Médicos en Precario

Desde dentro del sistema. El presidente de Semergen en Galicia y especialista en un centro de salud de la provincia de Pontevedra, Daniel Rey, asegura que “lo primero es mejorar las condiciones laborales de los actuales médicos de familia, adecuando los cupos, con tiempo suficiente para escuchar al paciente, evaluar su problema de salud de forma correcta, eliminando burocracia y facilitando recursos diagnósticos y terapéuticos en Atención Primaria”. Esta sería, según el experto, una receta para que la especialidad se convirtiera en “mucho más atractiva para los jóvenes”. “Lo siguiente sería incrementar la formación en las facultades de Medicina, transmitiendo la importancia de la especialidad en el funcionamiento del sistema sanitario. Retomar de forma adecuada la carrera profesional, reconociendo el trabajo bien realizado para mejorar la salud de la población que atendemos, no solo centrándonos en aspectos relacionados con el coste de la asistencia sanitaria”, añade. 

El ejemplo alemán. Entre los doctores gallegos que se especializaron en Europa, entre otras causas por las mayores retribuciones y la flexibilidad laboral, está Alejandro Barros, que trabaja en el departamento de Psiquiatría del Hospital LVR-Klinik in Köln Merheim en Alemania, a donde llegó hace un lustro, y desde donde preside la asociación “Médicos españoles en Europa”. “Las mayores retribuciones y ofrecer flexibilidad para, por ejemplo, trabajar cuatro días y librar tres o tener más horas extra”, serían premios que podrían atraer a más doctores jóvenes a centros de salud gallegos y también rurales. “En cualquier país de Europa, como en Galicia, faltan médicos en los centros de salud rurales. Fijándose en países como Alemania, aquí lo que hacen es pagar mucho más a los doctores rurales y ofrecerles más horas extras, días libres o vacaciones para favorecer su calidad de vida. Tanto que, por flexibilidad, hay médicos a los que les compensa irse de la ciudad al rural”, asegura.

En Alemania, un médico rural puede cobrar y descansar más que en la ciudad

Alejandro Barros

— Asociación Médicos en Europa

Cultura e intereses distintos. El internista gallego Juan Carlos Piñeiro, que trabaja en el hospital de Lugo, es también vocal de Médicos en desempleo o empleo en precario del Colegio de la citada localidad. Por eso pone en contexto las declaraciones del conselleiro de Sanidade: “A generaciones diferentes, intereses diferentes. Creo que es algo evidente, pasar de la cultura del trabajo (por y para el trabajo, primero) a anteponer el tiempo personal (aunque sin dejar de lado la importancia del trabajo y el profesionalismo). Creo que es algo global, no solo en nuestro ámbito, pero en Medicina siempre ha habido una mentalidad muy vocacional, pero con excesiva implicación fuera del trabajo del día a día y mucho escondido, que las generaciones que vienen quieren cambiar”, valora. “Se necesitan cambios estructurales que se generen desde la demanda de los propios trabajadores. Si el trabajador no está cómodo, contento y feliz en su puesto de trabajo, la parte implicada enfrente no lo estará (y en este caso, siendo los personas que están enfermas, creo que es vital cuidar al que te cuida”, resume.

Organización específica. Aunque exceda a sus demandas más particulares, los jóvenes se atreven también a plantear demandas organizativas: “jefes de servicio con una formación adecuada para dotar de mayor competencia a los centros de salud”, “reducción de la burocratización crónica, para primar la labor asistencial, comunitaria y docente, tendiendo a modelos que permitan el desarrollo de la prevención y promoción de la salud”, incide Alba Pons.

Estamos valorando no trabajar en España, por el cupo de pacientes, las guardias y el salario

Ana Miraz

— Estudiante en Polonia

Estudiantes en el extranjero. Con el calor de la primavera polaca y en un rato de descanso mientras prepara sus exámenes finales, la joven gallega Ana Miraz, estudiante de Medicina en la Universidad Nicolás Copérnico de Polonia reconoce que entre sus compañeras —el campus acoge a unas veinte estudiantes de España— se comenta: “Pensamos dónde hacer la especialidad o trabajar y muchas no quieren volver a España. La cantidad de horas no es proporcional al salario”, estima. “Las guardias son excesivas y no es lo mismo que te atienda un médico que acaba de llegar al turno, que otro que lleva sin dormir toda la noche”, avanza. Y también la cantidad de trabajo que se impone para los MIR, en relación al salario de los residentes en Suecia o Alemania. “La retribución de un estudiante de primer año puede ser similar a la de un médico con experiencia en España”, compara. Varias piensan no volver a trabajar aquí.

Guardias de 24 horas. Las guardias hospitalarias, recientemente a debate por la propuesta de la ministra de Sanidad para su eliminación, también son un hándicap para los nuevos médicos. “Los médicos en Galicia y en España, sabemos que tienen una carga laboral enorme y poco tiempo para estudiar al paciente”, añaden doctoras en formación. “Eso puede derivar en diagnósticos erróneos. Es un cúmulo de circunstancias que no nos parecen atractivas”.

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