Sanidad avala que los MIR cubran este verano las bajas en los centros de salud

Pese a no acabar su formación, podrán ejercer bajo supervisión y remunerados

X. A. Taboada

No salió Galicia satisfecha de la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud convocado ayer para abordar la falta de médicos de familia, sobre todo en verano, porque a la escasez habitual de estos especialistas se suman ahora las vacaciones. El conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, aseveró que había terminado el encuentro con “decepción e indignación” porque, a su juicio, el Ministerio de Sanidad no había aportado solución alguna. Pero al menos sí avaló, pendiente de una confirmación posterior mediante una instrucción específica, la propuesta de Galicia de que los MIR de último año puedan este verano, de forma excepcional, cubrir las bajas y ausencias en centros de salud y urgencias, siempre y cuando se cumplan determinadas condiciones, como que estén supervisados en todo momento. En medicina familiar hay actualmente 141 vacantes puras por falta de titular y otras 102 ausencias adicionales por bajas prolongadas.

El pasado año la Xunta ya ofreció por estas fechas a los MIR la posibilidad de quedarse en Galicia con un contrato de tres años una vez terminaran su periodo de cuatro años de formación. Pero en esta ocasión no puede ser, porque los residentes comenzaron en 2020 su preparación con retraso debido a la pandemia y no acabarán su formación hasta septiembre y la legislación prohíbe que puedan ser contratados mientras no completen su preparación. Ante el hecho de que no se podían contratar para cubrir las bajas, sobre todo en verano, donde el problema se acentúa por las vacaciones, la Xunta propuso que al menos este año pudieran cubrir las ausencias con algunas condiciones, como que sean supervisadas, los médicos se ofrezcan voluntariamente y además reciban una remuneración. Esto en principio es lo que ha avalado el ministerio, si bien el respaldo definitivo queda pendiente de una aclaración formal que el Gobierno central trasladará a todas las comunidades autónomas, precisando los límites de la normativa que afecta a los MIR. En todo caso, el conselleiro ya avanzó que el Sergas ofrecerá a los médicos internos residentes que finalicen este año su formación, 127 de familia y otros 26 pediatras (153 en total), que cubran ausencias en centros de salud y en urgencias “de manera voluntaria, supervisada y remunerada”. Pero aun así y en el caso de que todos acepten, serán insuficientes para cubrir las bajas actuales que hay en Atención Primaria, que según indicó ayer el conselleiro, son 243: 141 vacantes puras y otras 102 por baja de sus titulares.

Lo que no aceptó el Ministerio de Sanidad fue, también como pedía Galicia y otras comunidades, acortar el periodo de formación de los MIR y darlo ya este mes por concluido, lo que permitiría contratarlos directamente, pues ya tendrían la acreditación de especialista y podrían ejercer sin supervisión. “No vamos a recortar la formación de nuestros residentes, porque se merecen completar su formación”, declaró la ministra, Mónica García, que considera “ilegal” tal opción, como también la de que pudiesen ejercer sin supervisión antes de terminar su formación.

Gómez Caamaño se quejó de la imposibilidad de acortar la formación de los MIR y de poder contratarlos directamente porque el ministerio no ofreció soluciones y por “enrocarse en planes que no aportan nada”. Pero sí saludó la intención del Ministerio de emitir “una carta o instrucción” sobre la posibilidad de que los residentes puedan, “voluntariamente, bajo supervisión y de manera retribuida”, trabajar como adjuntos.

Aparte de recurrir a los MIR, la Xunta baraja otras medidas, como por ejemplo contar con grupos de médicos itinerantes: “La continuidad asistencial en verano va a estar asegurada, va a estar todo el sistema implicado”.