Médicos de familia gallegos censuran el recurso a los MIR para cubrir las vacantes en verano

Los facultativos sostienen que es un parche para tapar una gestión “negligente” y piden que se reconsidere “por el bien de la seguridad y sentido común”

La Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria (Agamfec) arremetió ayer contra el plan de la Xunta, avalado en principio por el Ministerio de Sanidad, de recurrir a MIR que todavía no terminaron la formación para cubrir las vacantes que se produzcan en verano en los centros de salud, aunque para ello los residentes tengan que prestarse voluntariamente y además estar supervisados.

La Agamfec considera de “dudosa legalidad” la iniciativa y la ve un parche para “tapar los huecos de la negligencia” del Sergas en su gestión, al tiempo que pide que se reconsidere esta propuesta “por el bien de la seguridad y sentido común”. “No se pueden hacer más desastres en menos tiempo”, censura.

En un comunicado, este colectivo sostiene que “la falta de previsión” durante “años” es la que ahora lleva al Sergas a tomar unas medidas que califica de “desesperadas” y que transmiten “la sensación de que la administración sanitaria es un pollo sin cabeza”.

A sus críticas suma también la decisión de “obligar” a las facultades de medicina a incrementar el número de alumnos: “¡Si formamos en las últimas décadas en todo el país a 40.000 médicos de familia y no los contrataron! Fueron expulsados por los que ahora los echan en falta”.

Esto es así, explica Agamfec, por los “tantos años de olvido” de la Atención Primaria y “tantas advertencias” del envejecimiento de la plantilla y de la falta de relevo generacional.

En años anteriores, los Mir terminaban su formación a finales de mayo, pero en este caso se retrasa hasta septiembre porque el inicio de la especialidad como residente —dura cuatro años— empezó en 2020 con varios meses de demora por el COVID. Pero la legislación impide acortar el periodo de formación, de la misma forma que prohíbe, mientras tanto, su contratación para cubrir vacantes. Entonces lo que plantea la Xunta es que voluntariamente se ofrezcan a atender esas vacantes y estén supervisados por otro médico.

La idea inicial de la Xunta era más radical, pero la vetó el Ministerio de Sanidad, pues consistía en dar por terminada su formación y ofrecerles un contrato directamente con el Sergas, además de otras propuesta que tampoco salieron adelante.

Ante esto, el conselleiro de Sanidad, Antonio Gómez Caamaño, lamentó ayer de nuevo la “parálisis permanente” que aprecia en el ministerio para resolver la problemática de la falta de médicos en la temporada de verano. Caamaño calificó como “decepcionante” la última reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud por el “enroque brutal” del ministerio y considera que el Gobierno está haciendo “dejadez de funciones”: “Ya sabemos que no se van a resolver los problemas para este verano pero hay que poner las bases para la planificación a medio y largo plazo”.

A las críticas se sumó el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que también afeó al Ministerio su “falta de colaboración” para solucionar el problema de la “escasez” de facultativos de Primaria, que se percibe con especial intensidad en época estival, y, tras incidir en que Galicia “no puede estar sin médicos”.