El niño natural de San Joao de Vizela (Portugal) que fue trasladado a Ourense como víctima de una supuesta red de tráfico y explotación laboral de personas, fue obligado a cuidar de los animales de dos de sus presuntos captores: un matrimonio con domicilio de alquiler en Santa Mariña do Monte que supuestamente recluyó al menor en una bodega de la planta baja, habitada por algunas fieras, junto a las que tuvo que pasar las tres noches que duró su reclusión en territorio ourensano.

Lo confirmaban ayer, en declaraciones a la TVG, dos de las hermanas del joven, felices de que la Policía Nacional en colaboración con la Polícia Judiciaria de Portugal lograran liberar al menor, de 15 años , del arresto presuntamente ilegal al que lo tenían sometido en el barrio de Santa Mariña.

Los parientes del joven aseguraron además, que el chico reveló en una llamada de teléfono a su casa -tras ser localizado por la policía-, que había sufrido malos tratos durante su retención, tal y como informaron ayer fuentes del país vecino. De hecho, el joven presentaba pequeños hematomas en el cuerpo, a pesar de que en una llamada que realizó a sus familiares, después de su llegada a Ourense, afirmaba encontrarse bien. No pudo dar otra explicación ya que sus presuntos captores interrumpieron abruptamente la comunicación.

Actuaron de forma similar, según fuentes de la investigación, tras hacerse con el chico en Portugal. Ester, madre del joven, recibió una breve llamada telefónica en la que apenas tuvo tiempo para contestar.

Sin embargo, el empleo del telefóno móvil resultó fundamental para proceder a la localización del menor. Tras denunciar la desaparición de su hijo ante la policía lusa, se activó el protocolo de actuación en caso de secuestros. La Unidad de Delitos Especiales y Violentos de Madrid, con la ayuda del localizador GPS del teléfono de los presuntos captores, localizó en Santa Mariña el paradero del joven.

Los investigadores consideran que la captación del menor portugués se produjo mediante promesas de progreso, aprovechando como ha sido habitual en otras ocasiones en el país luso, la precariedad económica y social en la que viviría el menor.

Un cuarto arrestado

Por otra parte, fuentes de la investigación informaron ayer que la policía ha detenido a una cuarta persona que podría estar implicada en esta red de tráfico de personas entre España y Portugal. El arresto se produjo en Madrid y se sumaría a las tres detenciones realizadas esta semana en relación con el secuestro del menor portugués de 15 años, liberado en Ourense.