El ADN permitió a la policía detener a los tres autores de la brutal violación de una joven británica en Torremolinos (Málaga) en noviembre de 2001. El esclarecimiento del caso no fue posible hasta la detención por otro delito de dos de los agresores, dos hermanos, y el cotejo de su perfil genético con la base de datos de la policía, que contenía el análisis del esperma encontrado en su día en el cuerpo y en la ropa de la víctima. Según la policía, la declaración de los dos hermanos, que ya ingresaron en prisión, implicó en la violación a uno de sus primos, que también fue arrestado. Los hechos sucedieron en noviembre de 2001 cuando la joven británica accedió a que tres hombres, que había conocido esa misma noche en una discoteca de Benalmádena, la acompañaran en coche hasta su casa. En lugar de llevarla a su casa, los tres jóvenes se dirigieron a un descampado de Torremolinos y tras drogarla y amenazarla con un cuchillo la violaron brutalmente en repetidas ocasiones.