La autopsia practicada ayer a los dos hermanos de 9 y 11 años hallados muertos el pasado jueves en un domicilio de Valladolid revela indicios de que pudieron haber tomado somníferos, aunque será el Instituto Nacional de Toxicología el que analice esta posibilidad, sin que por el momento se descarten otras causas que pudieron haber desencadenado la muerte.

El juzgado que instruye el caso informó de que se remitieron las muestras "ante la sospecha de que pudiera haberse utilizado alguna sustancia de somnífero". Los hermanos fueron hallados muertos sobre la cama y sin signos aparentes de violencia después de que la madre de los menores alertara a un vecino de su muerte. La progenitora, de 40 años, permanece detenida en una unidad hospitalaria de Psiquiatría de la ciudad, donde recibirá atención hasta que mejore su estado de salud y el magistrado pueda tomarle declaración.