Estaba cantado. El pazo de Vista Real, el de los Charlines, iba a acabar en manos públicas y la apertura de las ofertas en la subasta que se celebró ayer en la sede de la Agencia Tributaria de A Coruña no deparó sorpresas. La oferta de 1.085.000 euros que presentó el Concello de Vilanova en plica cerrada el día 9 fue la más alta de cuantas se presentaron, por eso el antiguo caserón comprado para convertirse en joya de unas propiedades manchadas por el dinero del narcotráfico pasará a ser disfrutado por todos los vilanoveses. Ninguna de las otras dos ofertas que llegaron a la mesa de la Agencia Tributaria superaba la tasación.

Aunque el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, no tenía ayer confirmación de la noticia, no dudaba en catalogarla de "muy positiva para este concello ya que va a permitir a los vecinos del municipio disponer de una gran zona de esparcimiento y recreo para su disfrute". El gran caserón también ya tiene el destino predefinido desde mucho antes de hacerse con él: un centro de día, algo en el que las fuerzas políticas estaban totalmente de acuerdo, pues este servicio no existe en Vilanova.

La venta a Desarrollos Vilanova del 10% de aprovechamiento que le corresponde a la Administración local obliga a la empresa a desembolsar la cifra de 920.000 euros, cantidad que se debe invertir en ampliar el patrimonio municipal. A esta cantidad se suma la solicitud de un crédito.

El pazo de Vista Real no era el único bien de la familia Charlín que ayer buscaba comprador en A Coruña. También dos bajos, seis pisos (dos en Pontevedra y cuatro en As Sinas), seis bateas, oficinas en Vilagarcía, fincas rústicas en Rianxo y Sanxenxo y 24 garajes repartidos en Vilanova, para los que recibió 23 propuestas de compra y otras a través de internet.

El dinero obtenido en la subasta será remitido a la Audiencia que deberá saldar las deudas que el clan de los Charlines mantenía, especialmente la que existe con 57 trabajadoras de la conservera Charpo que, según el auto, tienen preferencia a la hora de cobrar ya que se les adeudan dos millones del cierre en 1999.