Una indisposición cardíaca -distintas fuentes consultadas hablaban de una arritmia- impidió ayer que el sexagenario de Porto do Son detenido el domingo por recorrer en dirección contraria cinco kilómetros de la AP-9 triplicando la tasa de alcohol fuera puesto a disposición del juzgado de Caldas de Reis, ya que permanecía ingresado en el Hospital Domínguez de Pontevedra. La Guardia Civil reveló ayer nuevos datos de la detención de esta persona, como que fue necesario que un agente de Tráfico se subiera al capó de su coche para detenerlo, causándole heridas de carácter leve.

Todo ocurrió sobre las 20.30 horas del domingo, cuando este conductor sembró el pánico en la AP-9 entre la entrada de Caldas y la de Carracedo. Se incorporó a la autopista circulando en dirección contraria, utilizando el carril en dirección Vigo para dirigirse hacia Santiago. Durante ese trayecto, un coche de la Guardia Civil que lo interceptó le hizo señales para que se detuviera, obligando a uno de los agentes a subirse al capó mientras todavía circulaba para obligarlo a detenerse "ocasionando graves situaciones de riesgo para los demás usuarios de la vía", de tal forma que provocó dos accidentes que se saldaron con daños materiales a conductores que lo esquivaron. Al parecer, el coche llegó a detenerse ante la presencia de los agentes, pero luego volvió a arrancar llevándose a uno de los guardias civiles "colgando".