María Adelaida Martínez Jamardo, de 67 o 68 años -hay dudas sobre su fecha exacta de nacimiento-, falleció ayer en Vilagarcía a causa de un incendio que se produjo en el interior de su piso, situado en la segunda planta del número 7 de la calle de Castelao, en pleno centro de la ciudad.

Los hechos ocurrieron a las siete de la mañana, cuando Adelaida Martínez, que vivía sola, se encontraba en cama. Era muy adicta al tabaco, y quienes la conocen indican que "fumaba continuamente".

Esta circunstancia, unida al hecho de que se encontraran restos de cigarrillos, numerosos mecheros y mucho desorden en el piso, hizo que la investigación sobre las causas de lo ocurrido girara en torno a la hipótesis de que un pitillo pudo prender fuego en el colchón en el que dormía la mujer.

Tampoco se descarta ninguna otra posibilidad y se baraja incluso que todo se debiera a un cortocircuito originado en una manta eléctrica o un calefactor.

La policía también señala que la víctima "siempre estaba fumando" y "llamaba continuamente" a la comisaría, "incluso una decena de veces cada noche, diciendo que sentía ruidos, que tenía miedo o que la perseguían", señalan los agentes.

Los equipos de emergencias consultados indican que todo comenzó en su habitación, situada justo a lado de la puerta de entrada a la vivienda, que los bomberos tuvieron que derribar para acceder al interior. Al abrirla se encontraron el cuerpo allí mismo, tirado al lado de la entrada, por lo que se sospecha que trató de huir pero no pudo conseguirlo.

Los bomberos sacaron al pasillo el cuerpo de la mujer mientras atacaban las llamas, que se habían extendido por todo el piso, tratando de evitar que se propagaran a las demás viviendas.

Mientras los facultativos del 061 solo podían certificar la muerte de Adelaida Martínez, los bomberos lograban controlar las llamas y algunos de los vecinos salían al exterior del edificio por miedo a verse afectados por el fuego o el humo.

La situación fue, por momentos, dantesca, pues algunos de los residentes en el inmueble huyeron en pijama cuando en el exterior la temperatura apenas llegaba a dos grados centígrados. Fueron inevitables las escenas de pánico, hasta tal punto que los equipos médicos tuvieron que prestar atención a algunas personas que presentaban cuadros de ansiedad.

La fallecida apenas salía de su piso, "tenía algunos problemas que la hacían olvidarse de las cosas y dejar los grifos abiertos, por ejemplo, y prácticamente solo iba a la calle para comprar tabaco", declaró un vecino.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Ángel Pérez Dorgambide, confirmó que la mujer era "una fumadora empedernida" y que la vivienda "afortunadamente aguantó la temperatura hasta la llegada de los bomberos, pues de lo contrario se habrían expandido las llamas al resto del edificio".

Pasadas las 19.30 se procedió al levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto Anatómico Forense, donde se le practicó la autopsia.