El fuerte viento, con rachas de hasta 110 kilómetros por hora, obligó ayer a cerrar los remontes en la estación de esquí de Panticosa (Huesca) por lo que las cerca de mil personas que esquiaban en la parte alta del centro invernal fueron trasladadas en máquinas pisa pistas hasta la base del mismo. La evacuación se realizó en grupos de cincuenta personas, y en cinco máquinas pisa pistas, hasta la zona de 1.500 metros, y con el telesilla Santa Cruz, que comunica a esa área con la base.

Asimismo, alrededor de 300 esquiadores más expertos, acompañados por monitores, bajaron esquiando y andando, según las zonas.