Cinco personas fallecieron ayer tras un incendio y una serie de tiroteos en los alrededores de un centro de enseñanza superior en Santa Mónica, en el condado de Los Ángeles, según informaron las autoridades, que unas horas antes situaron en siete el número de fallecidos.

La policía atribuyó la rebaja de víctimas mortales a una discrepancia relacionada con testimonios contradictorios, tal y como publicó el diario Los Angeles Times, que indicó que una persona continúa hospitalizada en condición crítica.

El incidente ocurrió la mañana del viernes después de que un joven de entre 25 y 30 años hiciese arder una vivienda en la que se encontraban su padre y su hermano, que perdieron la vida, y salió a la calle armado con un rifle de asalto y chaleco antibalas disparando a discreción.

Además del asaltante y de sus familiares, los otros dos fallecidos fueron dos personas que se encontraron de forma fortuita con el sujeto que, según apunta la investigación, actuó en solitario.