"Una situación fortuita, que enluta a una familia con todo lo que de ello deriva". Así resume Luis Zapiola, abogado de Carlos Treus -el único imputado por la muerte de su padre, el emigrante gallego Antonio Treus fallecido al recibir una puñalada tras una discusión familiar en su quinta de Formosa, en Argentina-, lo ocurrido el pasado 28 de julio. El fallecido, padre de tres hijos y de 78 años, era originario de Escarabote (Boiro, A Coruña), aunque llevaba más de sesenta años en Argentina. El empresario, muy querido y conocido en Formosa, regentaba junto a su mujer una ferretería de gran tradición: Casa Treus, y era el vicecónsul honorario de España.

La declaración judicial que prestará hoy Carlos Treus ante el juez Schaefers puede dar un giro sorprendente. Fuentes próximas a la investigación apuntan que "todo comenzó con una discusión entre padre e hijo. Una persona los separó y Carlos pidió a sus tres hijos menores que se metieran en el coche". Cuando Carlos sale su padre se sentó. Volvieron a discutir y llegaron a las manos. De hecho el informe forense indica que el hijo presentaba golpes en la espalda. Al parecer, herido de muerte y con el cuchillo todavía clavado en el pecho, Antonio Treus manifestó a uno de los policías que acudió al lugar que todo era culpa suya.

El abogado defensor del único imputado señaló que "Carlos está muy afectado por lo ocurrido, por tratarse de un hecho traumático", y que ha pedido asistencia espiritual en la cárcel.