Justicia y respeto para las víctimas. Fue lo que reclamaron ayer las alrededor de 200 personas que respondieron a la llamada de familiares, amigos y empleados de los asesinados en el crimen de Nigrán -el empresario vigués David Fernández Grande, su mujer Pilar Sanromán, la hija del matrimonio, Marta y la empleada de hogar Ana Isabel Costas- y que se concentraron ante las puertas de la Audiencia Provincial de Pontevedra. Expresaban su rechazo contra la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que tumba la doctrina Parot, a la que pretenden acogerse los dos expolicías condenados por el cuádruple crimen: Manuel Lorenzo y Jesús Vela, que en su día fueron condenados a penas que sumaban 212 años de prisión cada uno.

Entre los asistentes estaban los dos hijos del matrimonio asesinado en febrero de 1994 y que sobrevivieron al suceso, Pedro y David. Ninguno de ellos quiso hacer declaraciones aunque sí tomó la palabra Emilio Muiños, trabajador del grupo empresarial que dirigía Fernández Grande, para recordar que han pasado 19 años "lo que no es suficiente para que olvidemos lo que esa gente hizo". "Con este acto queremos que quede muy claro que no olvidamos y no perdonamos", recalcó Muiños, que añadió que tendrán que tragar "con una sentencia impresentable".

Este portavoz expresaba su "extrañeza" por la celeridad con la que se estaba aplicando el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en las excarcelaciones. "Están con mucha prisa, creo que empezaron a aplicarla incluso antes de salir publicada y sabemos que no siempre es así", indicó gráficamente Emilio Muiños.

Por otra parte los concentrados ante la Audiencia de Pontevedra resignados ante la inminente puesta en libertad de los dos asesinos, pidieron la adopción de medidas de alejamiento para no topárselos en la calle. "Sería lo mínimo, no tener que encontrarnos con ellos", recalcaron. Una medida de difícil aplicación ya que cuando fueron juzgados y condenados Vela y Lorenzo tal posibilidad no existía en el Código Penal y por eso no fue solicitada.

La concentración, bajo el lema "Los derechos humanos también para las víctimas" tuvo lugar delante de la Audiencia de Pontevedra, cuya Sección Tercera -ahora dedicada solo a la vía civil- tendrá que revisar la sentencia de los dos expolicías, ya que fue el tribunal que en su día les juzgó y condenó por el cuádruple crimen.

Aunque la práctica totalidad de los manifestantes llegaron desde Nigrán y Vigo, en donde los fallecidos eran muy conocidos y en donde sigue viviendo y trabajando la familia, a la concentración se sumó Carmen Eirín, la madre de la desaparecida Sonia Iglesias, con su nieta. Estaba allí para exigir "justicia" y "que se cumplan las condenas", una doble reivindicación por la que luchan ella y su propia familia.

La Fiscalía, tras ser notificada de la solicitud de revisión de liquidación de condena presentada por Jesús Vela y Manuel Lorenzo, solicitó el sumario íntegro del caso para analizarlo antes de informar sobre la excarcelación de los dos asesinos. También ha sido notificada la familia Fernández Sanromán que durante todos estos años ha ejercitado la acusación particular. Los expolicías saldrán tras haber cumplido 19 de los 30 años máximos de condena que debían cumplir.