Las primeras declaraciones en el Juzgado de Santiago tras el levantamiento del secreto de sumario por el asesinato de la pequeña Asunta Basterra Porto llevaron ayer al penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, abogado de Rosario Porto -en prisión junto a su exmarido Alfonso Basterra acusados de la muerte de su hija adoptiva-, a reiterar la existencia de una "mano negra" que provoca cambios en las versiones y lleva a que la instrucción del crimen sea "una tomadura de pelo".

Tras asistir a la declaración de tres policías nacionales, el letrado manifestó que los agentes modificaron su versión de los hechos y se presionó al testigo que dijo haber visto a Asunta a las 19.20 horas del día en el que desapareció en la calle República del Salvador de la capital gallega para que cambiara su versión porque no encajaba con la visión de los hechos de la Guardia Civil.

Aranguren se mostró convencido de que los policías también han podido sufrir presiones, y por ello el agente que habló con el testigo dice que este no le contó que había visto a Asunta, sino a una niña china, mientras el otro comenta que en el atestado transcribió "literalmente" lo que su compañero le contó. Unas contradicciones que descartan los abogados de la asociación Clara Campoamor, que ejercitan la acusación particular. Los testimonios de los policías, aseguran, han sido "claros y concretos".

Los padres de Asunta Basterra no son los únicos imputados en la causa. El joven colombiano cuyo perfil de ADN se extrajo del semen hallado en la camiseta de la niña, será interrogado mañana a petición de las defensas de Rosario Porto y Alfonso Basterra. Lo hará como imputado en principio por un delito de homicidio en una nueva comparecencia de la Ley del Jurado, pero su imputación formal se decidirá en el marco de dicha comparecencia, según informó ayer el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

Es la baza de la defensa de Porto para establecer la posibilidad de una tercera persona, ajena al matrimonio, como asesino de la niña. La Guardia Civil ya tomó declaración a este hombre y descartó que siquiera estuviera en Galicia cuando ocurrió el suceso porque aportó recibos y testigos de que el día del crimen de Asunta él estaba en Madrid y recogió su traje de boda, como prueban grabaciones de seguridad.

La defensa de Porto indica que quienes dicen que este hombre no estuvo en Galicia son "él, su hermana y su pareja". Además, ha puntualizado que la Guardia Civil sostiene que no hubo contaminación de semen en el laboratorio de Madrid que investigaba al joven por una presunta agresión sexual, que no ha sido una transferencia accidental y que se comprobó que era esperma desde el principio.

Aranguren aprovechó las declaraciones de ayer para pedir otra vez la libertad de Rosario Porto, que ha sido denegada en dos ocasiones. Ahora la reclama por "motivos humanitarios" para evitarle problemas de salud y recordó que padece lupus.

En próximas jornadas declararán como testigos los psiquiatras que trataron a Rosario Porto. "Tanto ellos como yo estamos convencidos de que no padece ninguna enfermedad mental. Una depresión no lo es", asevera el letrado, y también se ha citado a una amiga de la niña asesinada.

Asunta Basterra Porto, de 12 años, falleció el 21 de septiembre tras ser drogada y asfixiada, y su cuerpo fue localizado por dos vecinos en la madrugada del 22 en una pista forestal del municipio coruñés de Teo. Sus padres, la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra, son los sospechosos del asesinato: él la sedó y su madre la mató asfixiándola con sus propias manos con un objeto blando, según los indicios que maneja el juez.

José Luis Gutiérrez Aranguren reiteró ayer a las puertas de los juzgados compostelanos de Fontiñas que hay una "mano negra" en la instrucción de este crimen que provoca un cambio en todas aquellas declaraciones que no se ajustan al "juicio apriorístico" de la Guardia Civil que apunta a los padres de la menor como los culpables de su asesinato.