Un hombre de 62 años, vecino de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), permanece ingresado en la unidad de quemados de la clínica Povisa de Vigo como consecuencia de las graves quemaduras sufridas este domingo tras rociarse de gasolina y prenderse fuego delante de la casa de su exesposa, de la que tenía una orden de alejamiento.

Fuentes policiales han confirmado que el hombre, mecánico de profesión, tenía una orden de alejamiento como consecuencia de una denuncia por acoso interpuesta por su exmujer, de quien se había separado hace unos meses.

Según esas mismas fuentes, el hombre llamó por teléfono este domingo en repetidas ocasiones a su exesposa, sin que esta atendiera sus llamadas. Alrededor de las 23.00 horas, el hombre se presentó frente al que había sido su domicilio con un bidón de gasolina, por lo que la mujer alertó a la Policía.

Sin embargo, antes de que los servicios de emergencias pudiesen desplazarse hasta la zona, el hombre se roció con el líquido y se prendió fuego a lo bonzo.

Vecinos del barrio vilagarciano de A Laxe, donde tuvieron lugar los hechos, han relatado que el hombre apenas dio unos pasos y cayó al suelo gritando de dolor. Fueron los propios vecinos los que primero auxiliaron a la víctima, tratando de apagar las llamas que habían prendido en sus ropas.

Posteriormente, efectivos del 061 trasladaron a la víctima al cercano Hospital do Salnés, desde donde, dada la gravedad de las quemaduras, fue derivado a la unidad especializada de la clínica de Povisa, en Vigo, donde ahora permanece ingresado.