La defensa de José Bretón, condenado a 40 años por el asesinato de sus dos hijos, solicitó ayer al Tribunal Supremo que tenga coraje para enfrentarse a las presiones de los medios de comunicación y acepte sus argumentos contra la sentencia del jurado, que le condenó sin pruebas.

El Tribunal Supremo celebró ayer la vista para decidir sobre el recurso de José Bretón contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que confirmaba la condena a 40 años impuesta a Bretón por la Audiencia de Córdoba por el asesinato de sus hijos, Ruth y José, de 6 y 2 años respectivamente, el 8 de octubre de 2011 en Córdoba.

Durante la vista la defensa cuestionó la cadena de custodia de los huesos de los niños que se constituyeron en la principal prueba contra Bretón, pero el fiscal respondió que 12 peritos coincidieron en señalar sin dudas que los restos óseos recogidos en la finca de la familia del reo eran los mismos que luego fueron examinados.

La abogada comenzó su alegato con un intenso ruego al tribunal para que atienda solamente "al Derecho". "Represento a un ciudadano español con todos sus derechos, sin nombre y apellidos. Y pido justicia sin presiones. No me cabe duda de que si deciden aceptar alguno de los motivos de mi recurso recibirán críticas desde los medios de comunicación. Hará falta coraje, pero se lo pido para no condenar a un español a 40 años de cárcel" sin pruebas y a causa de prejuicios, señaló la letrada Bárbara Royo.

"Se ha permitido que un ciudadano español fuera juzgado por un jurado contaminado, proveniente de Córdoba, donde todo el mundo le había condenado de antemano, vulnerando su derecho a un juez imparcial", porque tampoco lo fue el magistrado que presidió el tribunal, añadió.

"Aquí parece que todos son culpables menos el señor Bretón, que sí tiene nombre. Pero no es así", respondió la acusación particular, ejercida por la abogada María del Reposo Carrero.

"Creíamos que era al acusado a quien se juzgaba pero parece que la defensa centra sus argumentos contra las fuerzas de seguridad y el fiscal. Vamos a fijar el foco donde procede, en alguien cuyo nombre sí es oportuno porque ha sido condenado por matar a sus hijos y quemarlos en una hoguera", explicó por su lado el fiscal Fidel Cadenas.

Restos "introducidos"

"Los restos óseos no son una prueba legalmente obtenida respetando las previsiones de la ley, sino indebidamente introducida en el proceso", insistió la defensora de Bretón, destacando que "la hoguera estuvo más de un día sin vigilar ni precintar, de modo que es imposible determinar si los huesos estaban allí desde un principio".

"¿Han sido introducidos en esa hoguera huesos de dos niños de dos y seis años para preconstituir una prueba? No, es absurdo pensarlo", replicó la acusación particular.

Para Cadenas, todo se resume en que Bretón tenía a los niños consigo cuando desaparecieron y en la finca de sus padres aparecieron huesos de dos niños de esas edades y quemados en esas fechas.

"No hay juicio paralelo, se han seguido las pruebas propuestas en el proceso, no se puede alegar de manera vaga la influencia de los medios de comunicación, hay que seguir el veredicto y atenerse a la sentencia", conluyó el fiscal.

Sobre la intención de matar o no a los pequeños, Cadenas preguntó al tribunal que "si se arroja a la hoguera a los niños cómo puede decirse que no hubo ánimo de matar: aunque no se conozca el motivo de la muerte, el autor pretendía matar. Y a ello se añade la absoluta indefensión de los niños", concretó.