"Asunta, Yong Fang. In memoriam. Te querré siempre. Mamá. Santiago, 21 de septiembre de 2014". Éste es el texto de la esquela que Rosario Porto, imputada por el asesinato de su hija Asunta y en prisión a la espera de juicio, encargó desde la cárcel coincidiendo con el primer aniversario del crimen de la menor. La esquela salió ayer publicada en varios diarios y las reacciones no se hicieron esperar. La Asociación Clara Campoamor ejerce la acusación popular en la causa y su presidenta, Blanca Estrella, no podía disimular su sorpresa e indignación. "Ella presuntamente acabó con la vida de su hija; esa esquela es una barbaridad, es como meter el dedo en el ojo...", afirma.

Ayer se cumplía un año del crimen de Asunta, que tenía 12 años cuando perdió la vida supuestamente a manos de sus padres. Con Rosario Porto y Alfonso Basterra imputados como presuntos autores de un delito de asesinato, el caso ya sólo se encuentra a la espera del juicio, que se celebrará en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago. Un jurado será el encargado de decidir sobre la culpabilidad o no del exmatrimonio. La publicación de la esquela encargada por Rosario -que, según expuso recientemente su abogado, está cada vez peor anímicamente y se pasa el día encerrada y llorando en su celda- causaba "sorpresa total". Así lo describía la presidenta de Clara Campoamor: "Estamos conmocionados; es una barbaridad", dice.

"Hoy [por ayer] es el aniversario de un triste acontecimiento; el de la muerte de una niña que fue presuntamente asesinada por sus padres, lo que supone una crueldad infinita, ya que los que habrían acabado con su vida eran los que debían protegerla; Asunta era una menor inteligente con un gran futuro por delante, y eso se lo arrebataron", señala Estrella, que se muestra esperanzada en que en breve plazo de tiempo se pueda celebrar el juicio. "Yo espero que antes de final de año tenga lugar esa vista en Santiago; será entonces cuando se pueda hacer justicia y Asunta podrá descansar en paz", refiere la mujer.

Rosario y Alfonso, que se enfrentan a hasta 20 años de prisión, esperan en la cárcel ese juicio. La Fiscalía los acusa de drogar a la niña y de asfixiarla, un crimen que habría ocurrido como consecuencia de un "pacto" entre ambos progenitores que se ejecutó de forma "premeditada y gradual". El cuerpo de la menor apareció en una pista de Teo. Allí hay desde hace varios días un altar con flores, peluches y un letrero que reza Se pide justicia en recuerdo de esta niña, que murió con solo 12 años y cuyo caso conmocionó a toda España.