Prisión provisional sin fianza. La titular del Juzgado de Instrucción 5 de Vigo envió ayer a la cárcel de A Lama a Soraya G.V., una asturiana de 54 años a la que imputa un delito de intento de homicidio por rociar con gasolina a su hermana Ángela, de 44, e intentar prenderle fuego en pleno centro de Vigo el pasado viernes.

La acusada, que pasó la noche detenida en los calabozos de la comisaría, no solo negó el ataque a su hermana, sino que aseguró ser ella era la víctima y culpó a Ángela de lanzarle el líquido inflamable y prenderle fuego. Aseguró que hace unos meses Ángela la agredió a ella pero que no denunció porque los gitanos no se llevan entre ellos a los tribunales, sino que la ley gitana les lleva a resolver cualquier percance con los patriarcas.

Ante estas acusaciones, ambas hermanas declararon asistidas por abogados de oficio, si bien finalmente no hubo ningún cargo contra Ángela, ya que ni el fiscal ni la juez encontraron verosímil su versión de lo ocurrido, aunque todavía hay lagunas que solventará la investigación policial.

Los restos de acelerante en la ropa y zapatillas de Soraya, así como la declaración de un testigo que estaba en la cola del comedor social con la víctima cuando sucedieron los hechos, resultaron claves. "Nos salvamos por los pelos y porque le salió mal. Vi subir a Soraya con un cubo con gasolina, lo dejó en el suelo y prendió fuego con un periódico. Con los nervios derramó parte del contenido y hubo una explosión con humo negro. Aquello parecía una bomba. El cubo se derritió y las llamas corrieron calle abajo hasta una moto", manifestaba el testigo en los pasillos de los juzgados. "Es salvaje quemar a una persona en la calle y parecía que le daba igual quemar a su hermana y a todos los demás", relataba.

Soraya G.V. fue sometida a un examen médico para comprobar si se encontraba en condiciones de declarar; también la forense entregó a la Policía Judicial las zapatillas y la cazadora de la acusada, que tenían restos de acelerante, así como muestras biológicas de sus manos para realizar las pruebas correspondientes y determinar el tipo de combustible utilizado.

"Es triste que tu hermana intente calcinarte. Su hijo me dice que si yo no hubiera denunciado su madre no estaría presa. Pero no es verdad, yo no la denuncié, la gente llamó a la policía y la arrestaron allí", explicaba Ángela al abandonar los juzgados.