Dos espeleólogos españoles, el abogado y empresario gaditano Gustavo Virués Ortega y el inspector jefe de la Policía Nacional granadino José Antonio Martínez Jiménez, ambos de 41 años, fallecieron en Marruecos tras quedar atrapados varios días en un barranco junto a otro español, el también policía Juan Bolívar Bueno, de Granada y de 26 años, que fue rescatado ileso. Los tres espeleólogos iniciaron hace una semana una ruta entre Marrakech y Ouarzazate, en pleno Atlas marroquí. No se conocía su paradero hasta que fueron avistados finalmente en el fondo de un acantilado de 400 metros de profundidad, cerca de la localidad de Tarmest, en el poblado rural de Iminulauen.

Todo apunta a que el exceso de hielo que encontraron en la ruta causó el siniestro. Una de las hipótesis es que formaban parte de una cordada que escalaba el barranco y que uno perdió pie, arrastrando a los otros en la caída.

El fallecimiento de Virués se confirmaba ayer por la mañana. Este abogado presidía una asociación de deportes de aventura desde 2000 y a través de ella organizó el viaje de un grupo de 9 personas. Casado, con dos hijos y residente en Chiclana de la Frontera, era un espeleólogo experimentado. Llevaba practicando actividades de este tipo desde que estudió Derecho en Granada e incluso había participado en el rescate de algún compañero.

Además de él, en el barranco estaban atrapados dos de sus compañeros. José Antonio Martínez, inspector de policía granadino destinado en Almería, había sufrido una fractura en una pierna y una contusión en la cabeza, heridas graves que no pudo superar. El único superviviente es el agente de Policía Nacional Juan Bolivar, de 26 años.