No pretendía cometer un atraco, tampoco encañonó a los empleados pero su violenta aparición sembró el pánico ayer en un supermercado de Ourense. Disparó seis veces en presencia de empleados y clientes, se comió dos plátanos y fumó un cigarrillo. "Es una situación insólita", aseguraron fuentes policiales. Varios clientes salieron a la carrera, gritando, ayudados por algunos trabajadores del supermercado cuando el individuo, Carlos Estéfano G.U., de 35 años, nacido en Bilbao, empezó a disparar en un lineal con una escopeta de caza de cañones paralelos, propiedad de su padre. Carecía de antecedentes. Llevaba una mochila en una mano y la escopeta en la otra -entró con ella oculta en la bolsa-, iba provisto de más munición (quedaron sin detonar 11 de cartuchos), así como una botella de plástico con gasolina. El hombre padece un trastorno mental, según las autoridades. La Policía Nacional ve posibles delitos de robo con violencia, atentado a la autoridad, homicidio doloso en grado de tentativa, daños y tenencia ilícita.