Un universitario de 22 años, residente en Cáceres, ingresó en prisión por delitos de distribución de pornografía infantil y contra la intimidad, cuyas imágenes grababa en gimnasios de la ciudad e incluso en las aulas de la facultad donde cursaba estudios. La Guardia Civil ya identificó a 31 víctimas de un delito contra la intimidad, de las que 26 presentaron denuncias. Seis son menores. Las investigaciones se iniciaron en marzo del pasado año a raíz de una denuncia presentada por una joven, después de que descubriera que en internet circulaba un vídeo grabado mientras realiza actividades físicas en un gimnasio de Cáceres.

El vídeo había sido catalogado por el ahora detenido como material pornográfico y bajo el lema "espiadas", y difundido en páginas web de contenido explícitamente pornográfico.