Mientras las noticias sobre las circunstancias de la muerte del empresario forcaricense Antonio Arca Brey llegan a sus allegados a cuentagotas, la familia y las administraciones tratan de agilizar la repatriación de la víctima, fallecida el martes en la ciudad mexicana de Culiacán. En su casa natal de la parroquia de Quintillán (Pontevedra), la hermana del fallecido, Lidia Arca, admitía desconocer con exactitud el transcurrir de los hechos. "No sabemos. Hay varias versiones, pero la oficial no la tengo", apuntó. Sí pudo hablar, aunque con mala cobertura, con la novia de su hermano. Aunque "se escuchaba muy mal y ella también estaba muy nerviosa", le entendió que Antonio Arca "se marchó solo para casa, que la vecina escuchó unos golpes, que salió a la ventana y que había dos personas pegándole. Cuando salió el marido escucharon como un disparo".