Tragedia en Murcia

"El teléfono de una de las jóvenes fallecidas no dejaba de sonar"

Los bomberos de Murcia relatan cómo vivieron desde dentro el tenso momento del incendio y el rescate de los cuerpos del interior de los locales

Bomberos durante los trabajos realizados este domingo.

Bomberos durante los trabajos realizados este domingo. / JUAN CARLOS CAVAL

Juan Daniel González

"El teléfono de una de las chicas fallecida no paraba de sonar". Es uno de los sonidos que más martillea en la cabeza de uno de los bomberos que este domingo participó en el dispositivo desplegado en Atalayas, donde más de 100 efectivos se batieron el cobre para apagar el voraz incendio que acabó en tragedia. "Fue una situación muy triste y melancólica, tenía la edad de una de mis hijas, a uno se le parte el alma", relata.

Este miembro del cuerpo de bomberos del Ayuntamiento de Murcia, según fuentes próximas al mismo, rescató varios de los trece cadáveres que se encontraban en una de las discoteca siniestradas.

"Nadie en la historia de Bomberos Murcia recuerda un servicio de estas características", asegura el cuerpo

"Estaban a pie de la escalera y seguramente se precipitaron desde una especie de mirador con barandilla que había en la primera planta de la Fonda, y que era de hormigón, pero se debió partir y hacer una especie de efecto visagra. Estaban bocabajo y los móviles estaban funcionando. Uno de ellos no paraba de sonar. Es increíble que estuvieran funcionando, pero hay que tener en cuenta que en esa zona, abajo, la temperatura era de 80 grados centígrados y no 300 o 400 como en la parte de arriba, donde se encontró a varias víctimas", relatan las mismas fuentes, que añaden que en esa zona de abajo había otra víctima, la mujer de uno de los empleados del local, que aparentemente era limpiadora, ya que llevaba en la mano una especie de cepillo y un sacacorchos.

Otro de los bomberos del dispositivo intentó acceder a la planta de arriba donde estaban las víctimas antes de que se desplegaran las mangueras por la premura de rescatar a alguna persona que aún estuviera con vida, pero tuvo que retroceder al igual que su compañero. La situación no le permitía dar apenas unos pasos. Entraron de nuevo pertrechados con las mangueras, pero las calorías del fuego les impedían avanzar, ni el agua era suficiente. Tuvieron que retroceder, momento en el que el techo colapsó y se vino abajo. "Si tardan más en cambiar de posición no se salvan", indicaron fuentes cercanas.

"La situación nos sobrepasó. Uno se queda con el malestar de no haber podido sacar a nadie y se centra en apagar el fuego para que la pesadilla dure lo menos posible", aseguran.

Las mismas fuentes también explicaron que una vez de regreso en el parque de bomberos los efectivos visionaron los vídeos del incendio, ya con la adrenalina normalizada, y se preguntan, "al igual que todos", si los materiales empleados en la construcción de las naves eran los adecuados frente a incendios. Ponen en duda que fueran adecuados, teniendo en cuenta la cantidad de madera quemada que observaron. También pusieron de relieve la construcción de un reservado, donde se estaba haciendo el cumpleaños, que tenía una sola escalera de subida y bajada, así como qué salidas de emergencia o espacios para salir había en las naves.

"La madrugada del 1 de octubre quedará marcada para siempre en nuestros corazones", declaraba ayer el cuerpo en sus redes sociales. Y es que, "nadie en la historia de Bomberos Murcia recuerda un servicio de estas características". Un total de 100 efectivos y 22 vehículos trabajaron en el lugar entre el domingo y ayer.

"Han sido horas de intenso trabajo, nervios, tensión y mucha preocupación", relatan. "Hemos estado trabajando incansablemente desde el primer hasta el último minuto, intentando devolverle a esas familias lo que más querían".

"Fue una situación triste y melancólica, una de las víctimas tenía la edad de una de mis hijas"

Ante la situación, todo el cuerpo de bomberos de Murcia se ha solidarizado y ha mandado "mucho ánimo a familiares y amigos de las trece pérdidas irreparables".

"Agradecemos muchísimo todas las muestras de cariño y ánimo recibidas por ciudadanos, entidades y compañeros de profesión", añadieron. "Después de 36 horas de servicio, regresamos al parque", concluía el comunicado.