Nueve años de prisión por "vender en su propio domicilio sustancias estupefacientes de manera ‘persistente’ a terceras personas a cambio de dinero", así lo considera probado el Ministerio Fiscal. El bailaor, Rafael Amargo, saldrá este lunes de la prisión de Soto del Real (Madrid) en la que lleva cuatro meses, para sentarse en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid acusado de un delito contra la salud pública. No lo hará solo. A la misma pena se enfrenta Juan Eduardo S.B., su asistente de producción, que según considera probado el Ministerio Público, actuaba de forma "conjunta" en la compra y posterior distribución de dichas sustancias con el bailaor.

Amargo y su asistente, asegura el fiscal, "adquirían la sustancia de manera conjunta para venderla a terceras personas". La base de operaciones era el piso del bailaor, ubicado en Malasaña, corazón de Madrid

Los hechos por los que ahora se les juzga se remontan a 2020. El escrito de acusación, al que ha accedido CASO ABIERTO, sostiene que durante los meses de abril y diciembre de ese año ambos "se venían dedicando de manera concertada y persistente a la distribución de sustancias estupefacientes, entre otras metanfetamina, a terceras personas a cambio de dinero”. Amargo y su asistente, asegura el fiscal, "adquirían la sustancia de manera conjunta a los distintos suministradores, para posteriormente repartirla entre ambos y venderla a terceras personas". La base de operaciones era el piso de Rafael Amargo, ubicado en Malasaña, corazón de Madrid.

El bailarín y coreógrafo Rafael Amargo, tras su detención en 2020. EFE/Luca Piergiovanni

Narcopiso: operación Corax

Tres botes de Popper (nitritos de alquilo), una bolsita con feniletilamina  y un frasco con 6 ml de GBL, también conocido como falso éxtasis líquido fue lo que la policía encontró en casa de Rafael Amargo. En la de su asistente los agentes hallaron más de 60 gramos de metanfetamina, el doble de lo considerado por el Tribunal Supremo como "de notoria importancia", además de Popper, GBL, ketamina y MDMA. La venta de esa droga iba a generar miles de euros de beneficio.

La incautación fue el culmen de la denominada 'Operación Corax (Cuervo)’, que los agentes de Policía Nacional apodaron así por una imagen de Amargo en su cuenta de Instagram en la que aparece el bailaor con unas alas. "Más bien ángel que otra cosa ….", arranca la publicación. "Tampoco pa beatificar al santo pero sí alas pa volar, las mismas mías si, las mismas de un querubín más que las de un diablin". Una operación que arrancó tras la queja de los vecinos de la calle Espíritu Santo (Madrid).

La casa de Amargo era "un narcopiso", según describieron sus vecinos, por el que pasaban toxicómanos y generaban ruidos, olores y desperfectos

Había mucho trasiego de personas, denunciaron. Todos llegaban al mismo inmueble, un local bajo, el del bailaor. “Un narcopiso”, describieron, por el que pasaban toxicómanos y generaban ruidos, olores y desperfectos. Según ha podido saber CASO ABIERTO, algunos de los clientes que acudían allí se referían a su camello como "Rafa, el del teatro". Era cierto, considera el Ministerio Público. En los dispositivos de vigilancia que se establecieron sobre el domicilio, describe la Fiscalía también en su escrito de acusación, "los agentes pudieron observar como acudían numerosas personas que tras acceder al mismo, y permanecer en el interior escasos minutos, salían nuevamente de manera apresurada”.

A lo ‘Breaking Bad’

La vigilancia se mantuvo, la operación estaba en marcha. Los agentes, en diferentes fechas, identificaron a dos personas. Un cliente, que "había pillado meta" por valor de unos 45 euros y, otro, droga de diseño  (3-metilmetcatinona). Eran dos, aunque hubo muchos más

Descubrieron que existía, según apunta el fiscal, una tercera persona junto a Amargo y su asistente y socio. Este tenía también un rol importante. De origen cubano, resultaría ser hombre de confianza del bailaor, su repartidor. Su papel era clave en la venta cuando los clientes no podían ir hasta el piso de Madrid. Fue sorprendido por la policía cuando se disponía a entregar una bolsita con sustancia que resultó ser metanfetamina, la droga de ‘Breaking Bad’, a cambio de 50 euros. Para este, también llamado a juicio este lunes, se piden seis años de prisión.

Por contra, el fiscal pìde que se archive la causa contra L.D., la pareja de Rafael Amargo, que en un principio fue investigada y "aunque en un principio se consideró que podía tener un papel activo en la venta de sustancia estupefaciente al convivir Amargo en el domicilio, no existen pruebas que hagan pensar que efectivamente participaba en dicha venta".

La operación policial incluía seguimientos, rastreos y escuchas telefónicas. Tal y como adelantó CASO ABIERTO, Amargo comentó en una conversación intervenida por orden judicial que él manejaba la droga "de diez en diez", en alusión, según la interpretación de los investigadores, a gramos de metanfetamina. En esa misma conversación, según la fiscalía antidroga, Amargo trataba de conseguir una cantidad mucho mayor de esa sustancia. Códax (o cuervo) concluyó el 1 de diciembre. En auto dictado por el Juzgado de Instrucción nº48 de Madrid se autorizó la entrada y registro a las viviendas de Rafael Amargo y su asistente. A finales de año, el bailaor, Juan Eduardo y el repartidor fueron detenidos. Rafael Amargo llevaba encima una báscula de precisión.

El bailaor Rafael Amargo (i), tras una detención en Alicante el pasado mes de marzo. EFE / Manuel Lorenzo

En prisión: "Fobia social"

Amargo, su socio y su repartidor quedaron en libertad, a la espera de juicio. Fueron meses convulsos. Rafael Amargo anunciaba a sus seguidores en febrero de 2023 que cambiaba de residencia. Dijo que vivía en Alicante, "contento, tranquilito, enfrente del mar". Entonces añadía que estaba "con un proyecto en la Universidad de salud mental".

Un mes más tarde, en marzo, en el mismo Alicante, fue detenido por segunda vez. Tal y como adelantó CASO ABIERTO, la detención se zanjó con un Rafael Amargo acusado de dos delitos. El primero, tráfico de drogas. El segundo, atentado contra la autoridad por agredir a los dos policías nacionales que fueron. Los agentes iban de paisano, llegaban desde Madrid y Amargo los reconoció. Les insultó, los amenazó de muerte, trató de pegarles puñetazos y patadas e incluso mordió a uno de ellos. La juez de guardia de Alicante lo dejó en libertad con cargos, obligado a comparecer cada 15 días en sede judicial y con la prohibición de salir del país.

El bailaor no comparecía cada quince días, tal y como le exigía la justicia y por ello la Audiencia Provincial de Madrid ordenó su ingreso en prisión. Alegó "una fobia a la prensa que cada vez que va a firmar están presentes". Más tarde fue ampliada a "fobia social de carácter severo consistente en un miedo escénico a salir del domicilio".

Su incomparecencia, y un apreciado riesgo de fuga provocaron su orden de ingreso en prisión. Fue conducido a Soto del Real en noviembre de 2023. Saldrá de su celda este lunes, conducido por un furgón de la Guardia Civil, directo a la sección 30 de la Audiencia de Madrid. Empieza la cuenta atrás.