El presidente del Real Valladolid, Ronaldo Nazario, llegó a la Praza do Obradoiro ayer al mediodía al concluir el Camino de Santiago realizado como promesa por el ascenso de su club a la Primera División.El histórico futbolista, convertido en el peregrino número 106.011 en recibir la compostela este año, ha sorprendido a decenas de ciudadanos, tanto locales como visitantes, que no han dudado en acercarse a él para pedirle un selfie a los pies de la Catedral.

Ronaldo, en Santiago: peregrino 106.011

Ronaldo, a bordo de una bicicleta eléctrica y en compañía de su pareja, Celina Locks, y un equipo de apoyo, comenzó la ruta jacobea el pasado domingo desde el césped del estadio José Zorrilla, en Valladolid, por lo que la travesía le ha llevado tres días. El exjugador brasileño optó por el Camino de Invierno —menos concurridos que otras opciones, como el Francés o el Portugués— en seis etapas en las que ha atravesado las provincias de León, Ourense, Lugo, Pontevedra y A Coruña.

Durante las cuatro jornadas que estuvieron en ruta, Ronaldo fue compartiendo las diferentes etapas a través de sus perfiles en redes sociales. Entraron en Galicia a través de la comarca leonesa del Bierzo y recorrieron municipios como Monforte, Quiroga y Lalín “doloridos pero animados”, tal y como reconoció el histórico futbolista en una publicación de Instagram.

A su llegada al Obradoiro, Ronaldo fue recibido por la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, quien ha subrayado la importancia que tiene la visibilización del Camino de Santiago de mano de personas como el emblemático jugador de equipos como el Real Madrid, Barça o Inter de Milán, ya que retransmitió su viaje a través de su canal en Twitch, donde tiene más de 51.000 seguidores.

El impacto económico que generan las rutas jacobeas está fuera de toda duda e incluso los trazados menos frecuentados como el Camino de Invierno suponen un acicate más para el turismo de los territorios por los que transcurre. Este histórico paso alternativo de peregrinos a Galicia procedentes de la meseta, utilizado por los romanos para sortear las duras subidas a las cubres nevadas de O Cebreiro, fue el elegido por el exfutbolistapara cumplir su promesa.

Eligió Lalín, a 50 kilómetros de la capital gallega, para descansar antes de poner fin al peregrinaje. Instantes antes de su marcha atendió al lalinense Daniel Antelo, que lo aguardaba desde las 8.00 horas para entregarle su libro De Saint Jean a Fisterra, en el que narra sus vivencias en las distintas rutas jacobeas realizadas en los últimos años. O Fenómeno recibió amablemente la publicación antes de partir hacia su “Compostela”.